El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, sostiene que las tropas turcas fueron enviadas el pasado viernes al norte de Irak después de que la organización terrorista del Estado Islámico amenazara a los instructores militares turcos, informa Reuters. "Cuando las amenazas aumentaron, enviamos tropas para proteger el campamento. Fue un acto de solidaridad y no de agresión", ha declarado el jefe del Ejecutivo turco.
Por su parte, el mandatario iraquí Fuad Masum ha definido este despliegue como "una violación de las normas y el derecho internacional" y ha advertido de que esta acción aumentará las tensiones en la región. Además, Masum ha pedido al Ministerio de Exteriores iraquí que tome las medidas necesarias para preservar la soberanía y la independencia del país.
Además, el jefe del Comité de Seguridad y Defensa de Irak, Hakim al Zamili, ha señalado que los militares turcos pueden ser atacados si no abandonan territorio iraquí y ha advertido de que es posible que Bagdad solicite a Moscú "una intervención militar directa en Irak en respuesta a la invasión turca y la violación de la soberanía".
Según las autoridades iraquíes, el pasado 4 de diciembre un batallón turco de tanques entró en la provincia iraquí de Nínive con el pretexto de proceder a formar a los militantes de las formaciones populares kurdas que luchan contra de los terroristas del EI. El servicio diplomático iraquí y el Ministerio de Defensa han tildado esta presencia militar de "acto hostil" por parte de Turquía, al no haber llegado a un acuerdo con las autoridades previamente.