"Un verdadero demagogo": Conozca los secretos de Donald Trump para ganarse el apoyo popular
Las nuevas declaraciones antimusulmanas del precandidato presidencial republicano Donald Trump han causado indignación en muchas partes del mundo.
El portal The Conversation ha analizado cómo Trump, un hombre que no oculta "su arrogancia y su carácter volátil", un hombre a quien algunos llegan a comparar con Adolf Hitler, ha logrado mantener una posición fuerte en el Partido Republicano. La autora del artículo, Jennifer Mercieca, sugiere buscar la respuesta en el arte de la retórica.
La retórica de la demagogia
En opinión de Mercieca, que es experta en la retórica política estadounidense, Trump es un demagogo en el sentido moderno de esta palabra: es decir, "un líder que aprovecha los prejuicios populares, hace afirmaciones y promesas falsas, y utiliza argumentos basados más en la emoción que en la razón".
"Donald Trump apela a los temores de los votantes mostrando una nación en crisis, mientras se posiciona a sí mismo como el héroe de la nación, el único que puede vencer a nuestros enemigos, proteger nuestras fronteras y 'hacer que EE.UU. vuelva a ser grande'", explica la analista agregando que el precandidato republicano compensa su falta de concreción sobre cómo lograría estas metas con una retórica convincente y arrogante.
A juicio de Mercieca, el peligro de tener un demagogo en el poder es que no cumplirá la ley y la Constitución, el peor ejemplo de lo cual es Hitler. Mientras tanto, prosigue, Trump no oculta e incluso presume de ser "un líder incontrolable", una persona que rechaza los límites, ya sea por parte de "su partido, los medios de comunicación, otros candidatos, la corrección política o los hechos". O cualquier otra cosa.
Técnicas para demoler a los enemigos
Si la mayoría de los votantes no quieren a un presidente incontrolable, ¿por qué hay tantas personas que apoyan a Trump?, se pregunta la experta.
En primer lugar, argumenta, "Trump se basa en el mito del excepcionalismo estadounidense".
"Describe EE.UU. como la mayor esperanza del mundo: solo hay una nación elegida y todas sus decisiones como presidente buscarían hacer que EE.UU. sea grande", sostiene Mercieca, que detalla que al vincularse al excepcionalismo estadounidense y calificar a sus detractores como "'débiles' o 'tontos', Trump representa a sus críticos como 'personas que no creen en, o no contribuyan a la 'grandeza' de la nación'".
Trump emplea varias técnicas retóricas que le permiten evitar ciertas preguntas y trampas. Así, "a menudo utiliza argumentos 'ad populum', que son un llamamiento a la sabiduría de la multitud ('encuestas muestran', 'estamos ganando en todas partes')", apunta la autora.
Por otro lado, cuando los opositores cuestionan sus ideas o posturas, "emplea ataques 'ad hominem': críticas a la persona y no a las ideas (desestimando a sus detractores como 'tontos', 'débiles' o 'aburridos')".
Describe EE.UU. como la mejor esperanza del mundo: solo hay una nación elegida y todas sus decisiones como presidente buscarían hacer que EE.UU. sea grande
Por último, emplea una técnica retórica llamada 'paralipsis' para realizar declaraciones pero eludir la responsabilidad por las mismas. Esta técnica consiste en introducir un tema o argumento asegurando que no se quiere hablar de ello, cuando en realidad, es precisamente lo que se quiere destacar.
La autora pone como ejemplo el discurso del uno de diciembre en Nueva Hampshire, cuando Trump afirmó: "Todos [los demás candidatos] son débiles, simplemente son débiles. Creo que son débiles en general, si quieren saber la verdad, pero no quiero decir esto porque no quiero... no quiero tener controversias, nada de controversias, ¿está bien? Así que me niego a decir que son débiles en general, ¿de acuerdo?"
El último ataque verbal
Por desgracia, como el verdadero demagogo que es, Trump no parece demasiado preocupado por los hechos
Mercieca presta especial atención al último discurso de Trump, en el que arremete contra los musulmanes: "Sin mirar a los diferentes datos de las encuestas, es obvio para cualquiera que este odio va más allá de lo comprensible. De dónde viene ese odio y por qué es algo que tenemos que determinar. Hasta que seamos capaces de conocer y comprender este problema y la peligrosa amenaza que plantea, nuestro país no puede ser víctima de horrendos ataques de gente que solo cree en la yihad y que no tiene ningún sentido de la razón ni respeto por la vida humana".
Según la experta, en esta declaración, Trump presenta dos ideas como axiomas: el excepcionalismo estadounidense y el odio de los musulmanes hacia EE.UU. Según Trump, estos axiomas se apoyan en la sabiduría de la multitud ('ad populum').
Además, utiliza la técnica de reificación: el tratamiento de los objetos ("nuestro país") como personas y las personas (los musulmanes) como objetos, destaca la analista para señalar también que Trump se apoya en los datos estadísticos "incompletos y sesgados".
"Por desgracia, como un verdadero demagogo, Trump no parece demasiado preocupado por los hechos", concluye la autora del artículo.