Samra Kesinovic, una de las dos jóvenes austríacas que abandonaron sus casas en 2014 y se fueron a Siria para ingresar en las filas del Estado Islámico y convertirse en esposas de terroristas, fue utilizada por los yihadistas como esclava sexual antes de ser asesinada a golpes tras un intento de escapar de Raqa, la autoproclamada capital de los terroristas, según informó una testigo citada por el diario 'The Sun'.
Una mujer tunecina, que se había unido al EI de manera voluntaria y vivía con Kesinovic en Raqa, logró escapar de la organización terrorista y recientemente ha revelado que Samra fue obligada a prestar servicios sexuales a los yihadistas. Según la mujer, Samra Kesinovic y su amiga Sabina Selimovic, quien murió durante un combate en Siria, vivían en la misma casa y eran consideradas como "regalos sexuales para los nuevos combatientes".
La exterrorista, cuya identidad no fue revelada, de momento es el único testigo de la muerte de la joven austríaca. El Gobierno de Austria todavía no ha confirmado las versiones sobre el asesinato de Kesinovic. El portavoz del Ministerio del Exterior del país, Thomas Schnoll, aseguró que no podían comentar casos individuales.
Las austríacas fueron utilizadas por el EI en su propaganda para reclutar a más miembros. Asimismo, en carteles difundidos por los yihadistas, Kesinovic y Selimovic aparecían con fusiles de asalto Kaláshnikov rodeadas de hombres armados.