Los conflictos armados que se avivarán en 2016

El número de conflictos armados en el mundo ha aumentado en los últimos cinco años y no hay que esperar que la situación cambie en 2016.

Los observadores de la revista estadounidense 'Foreign Policy' han elaborado una lista de los puntos conflictivos del mundo que, según ellos, merecen atención especial. Aquí están algunos de ellos.

Siria e Irak

La guerra civil en Siria es el actual conflicto más severo del mundo por sus efectos sobre toda la región de Oriente Próximo y por la implicación en él de las grandes potencias. En el transcurso de esta contienda más de un cuarto de millón de sirios han muerto y casi 11 millones –alrededor de la mitad de la población del país– han sido desplazados dentro o fuera de Siria. El ascenso del Estado Islámico, que ahora controla una amplia franja del este de Siria y el noroeste de Irak, provocó el uso de la fuerza por parte de EE.UU., Francia, el Reino Unido y Rusia. Mientras tanto, la creciente internacionalización del conflicto puede suponer tanto un aumento de los peligros como abrir posibilidades para una solución diplomática. En diciembre el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad una resolución que pide un alto el fuego y una solución política para Siria, una medida ambiciosa que prevé iniciar en enero conversaciones entre el Gobierno y la oposición, establecer una gobernanza creíble dentro de seis meses y celebrar elecciones dentro de un año y medio. No obstante, la cuestión del futuro de Bashar al Assad, que es la que provoca más desacuerdo entre todas las partes del conflicto, queda sin resolver.

Por otro lado, las fuerzas iraquíes trataron durante meses de retomar Ramadi, la capital de la provincia de Al Anbar, después de una humillante retirada el pasado mayo, y la última semana del año pasado por fin lograron hacerse con el control de la ciudad. La siguiente prioridad será la de expulsar al Estado Islámico de Mosul, la ciudad norteña donde sus posiciones han sido más fuertes. 

Turquía 

En los últimos seis meses, el largo conflicto entre Ankara y los miembros del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (que desde 1984 se ha llevado más de 30.000 vidas) ha alcanzado su punto más violento en dos décadas. Hay muchos factores que han impulsado el aumento de la violencia tras el fin de las conversaciones de paz la primavera pasada y el fracaso del alto el fuego en julio de 2015. El movimiento kurdo respalda al Partido de la Unión Democrática de los nacionalistas kurdos sirios, que ha logrado avances en la lucha contra el Estado Islámico, y las autoridades turcas temen que la solidaridad transfronteriza kurda fortalezca aún más la demanda de un Estado independiente. 

Yemen

La guerra en Yemen, con una gran participación de Arabia Saudita y el respaldo de EE.UU., Reino Unido y los aliados en el Golfo, se desató en marzo de 2015 y no se le avista un final. Las conversaciones de paz que se celebraron a mediados de diciembre solo acordaron reanudar las negociaciones el 14 de enero. Mientras tanto, casi 6.000 personas han sido asesinadas, la mitad de ellas civiles. Más de 2 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares y 120.000 han huido del país. La guerra ha destruido la infraestructura de Yemen y ha profundizado las divisiones políticas. El conflicto amenaza la seguridad de la península Arábiga, en particular la de Arabia Saudita, alimentando el crecimiento del poder de los terroristas de Al Qaeda y el Estado Islámico.

La cuenca del Chad

Nigeria, Níger, Chad y Camerún se enfrentan a una creciente amenaza de Boko Haram. En los últimos seis años, el grupo ha pasado de ser un pequeño movimiento de protesta en el norte de Nigeria a convertirse en una fuerza poderosa capaz de efectuar ataques devastadores en toda la cuenca del lago Chad. El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, que asumió el cargo en mayo, se comprometió ambiciosamente a poner fin a la insurgencia, pero el reto sigue siendo un objetivo lejano. Los ataques de Boko Haram en aldeas remotas e incluso en las capitales regionales continúan.

Boko Haram suele secuestrar a mujeres y niñas en las localidades que ataca. En su acción más infame, el grupo secuestró en una escuela de la ciudad de Chibok, en el noreste de Nigeria, a más de 270 alumnas, cuyo paradero aún se desconoce.

Sudán del Sur

Desde diciembre de 2013 Sudán del Sur vive inmerso en una cruenta guerra civil que enfrenta al Ejército regular, fiel al presidente Salva Kiir, y a grupos rebeldes liderados por su exvicepresidente Riek Machar. El conflicto ha causado desplazamientos a gran escala de personas que huyen de la violencia, las altas tasas de muertes, las enfermedades, la interrupción de los medios de subsistencia y la malnutrición.

La violencia ya ha dejado más de 10.000 muertos, y más de un millón y medio de personas han huido a las zonas boscosas. 185.000 de ellas buscaron refugio en las bases de la ONU. Por si eso fuera poco, unos 2,4 millones de habitantes de Sudán del Sur pasan hambre, dado que la única manera de abastecer de alimentos el país es lanzándolos desde el aire. 

Burundi

La decisión del presidente de este país de África oriental, Pierre Nkurunziza, de obtener un tercer mandato presidencial y su reelección en julio provocaron una nueva ola de violencia entre las fuerzas gubernamentales y los combatientes de la oposición. La situación amenaza, después de una década de paz relativa, con una reanudación de la guerra civil que entre 1993 y 2006 supuso la muerte de 300.000 personas. El pasado 18 de diciembre la Unión Africana acordó enviar a Burundi fuerzas militares de paz cuya misión es evitar una escalada del conflicto. 

El mar de la China Meridional

Las reclamaciones sobre algunos territorios en este mar del Pacífico, entre ellos el archipiélago Spratly, creado de manera artificial por China, han dado lugar a demostraciones de fuerza militar y han aumentado el tono de las declaraciones de muchos líderes regionales. EE.UU. se ve como una potencia del Pacífico, garante de la seguridad en la región, y estima que puede encontrar un método para hacer que China retroceda, pero el país asiático tiene capacidad para golpear todas las veces que sean necesarias.

La situación entre Pekín y Washington se ha vuelto más tensa desde que el pasado 27 de octubre EE.UU. envió el destructor USS Lassen a 22 kilómetros de las islas artificiales en disputa. Pekín tildó esa acción de "amenaza a la soberanía de China" y convocó al embajador norteamericano para que explicara lo sucedido. El hecho de que el pasado 10 de diciembre dos bombarderos estadounidenses B-52 penetraran en la zona de 22 kilómetros en torno al archipiélago Spratly tampoco ayudó a mejorar la situación.

Afganistán

El país sigue sumido en un conflicto de más de 14 años después de que EE.UU. interviniera para derrocar a los talibanes y destruir a Al Qaeda. Hoy en día, los talibanes siguen siendo una fuerza formidable, Al Qaeda también mantiene presencia en la región y el Estado Islámico les sirve como punto de apoyo. La corrupción desenfrenada y el abuso de poder de las autoridades locales continúan siendo los principales impulsores de apoyo a la insurgencia.