Irán, Siria o Arabia Saudita: ¿Ha decidido China por quién apostará en Oriente Medio?

El presidente chino viajará a Irán y Arabia Saudita y Pekín podría decidirse a hacer sus apuestas geopolíticas en la región.

Entre 19 y 23 de este enero, en el que será su primer viaje a Oriente Medio, el presidente de China, Xi Jinping, visitará Egipto, Arabia Saudita e Irán.

El último recorrido de un presidente chino por Irán se produjo en 2002 y por Arabia Saudita en 2009, antes de que comenzara la última escalada de tensión saudita-iraní, a principios de este año. Sin embargo, el hecho de que Xi Jinping no cancelara su presencia podría significar que, por primera vez, el gigante asiático desea probar un papel de mediador, según opinan varios expertos en relaciones internacionales consultados por Reuters.

Antes, China compraba petróleo y vendía armas a todos los países de Oriente Medio y dejaba que otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, como Rusia o EE.UU., resolvieran las tensiones políticas en la zona. Sin embargo, Pekín ha empezado a ocupar una posición diplomática más destacada. La ventaja es que el verdadero interés de este país es la paz y no la desestabilización de la región, de acuerdo con 'Vzgliad'.

Irán

La Unión Europea y EE.UU. han levantado las sanciones económicas impuestas a Irán, después de que el informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) haya demostrado que ha cumplido con su parte del acuerdo nuclear. El paso de la comunidad internacional no pasará desapercibido para China, que probablemente quiera incluir a este país en el gran proyecto económico que supondrá la Nueva Ruta de Seda, que le permitiría construir un 'gasoducto de la paz' para llevar el gas iraní hasta Pakistán y, posiblemente, a la propia China.

Tradicionalmente, Pekín ha comprado petróleo a Teherán a cambio de realizar inversiones multimillonarias y ofrecerle tecnología y armamento. Al parecer, ahora China también puede ofrecer apoyo geopolítico, de acuerdo con 'Vzgliad'. Según esta publicación, a China le atrae la verdadera "soberanía" de Irán, que conserva un auténtico modelo estatal alternativo y nunca se ha sometido a Estados Unidos, pese a vivir más de tres décadas de tensión.

Además, con la nueva coyuntura a Irán se se le abren nuevas oportunidades, como la posible entrada en la Organización de la Cooperación de Shanghái (OCS), decisión que podría tomar este verano, cuando se incorporen India y Pakistán y desplace su eje hacia Moscú, Pekín y Delhi.

Siria

Siria es el primer país en donde China ha manifestado su posición política más destacada, ya que allí envió a su especialista militar y también consideró la posibilidad de mandar tropas para ayudar al operativo antiterrorista de Rusia.

No solo es que el gigante asiático desee invertir en Siria, sino que también tiene en cuenta su seguridad: Pekín tiene a sus propios potenciales terroristas uigures, que ahora combaten en las filas de los yihadistas.

Además, China busca normalizar la situación en Afganistán —que tiene fronteras tanto con su país como con Irán— y entiende que la Nueva Ruta de Seda no podrá ser estable sin su pacificación, así como la de Pakistán. Además, probablemente los iraníes también estén muy cansados de los años de conflictos constantes en el país vecino, según 'Vzgliad'.

Irak

Uno de los países que desarrolla un papel clave en Oriente Medio se queda fuera de la visita del presidente chino, a pesar de que Pekín le compra más de la mitad de su petróleo. Para el diario, China opina que, en estos momentos, su Gobierno es demasiado débil para dialogar. 

Arabia Saudita

China tiene reputación de apostar por los intereses económicos antes que los políticos, especialmente en Oriente Medio, así que no hay que esperar que rechace comprar petróleo a Arabia Saudita porque la diversificación de sus abastecedores es la clave para su seguridad petrolera, explica 'Vzgliad'.