La comunidad internacional y el secretario general de la ONU deben asumir la responsabilidad del arreglo del conflicto sirio, ha declarado a los periodistas Riad Hiyab, que encabeza el llamado Comité Supremo de la oposición siria. A su juicio, tienen que hacerlo "para implementar todo lo necesario para la instauración de un Gobierno de transición". Hasta que no haya avances en este sentido, la oposición representada por el Comité abandona la mesa de diálogo y no regresará a Ginebra, agregó.
Otro portavoz de la oposición, Mohammed Alloush, hermano del difunto líder del grupo Jaysh al Islam (considerado como terrorista por Damasco y Moscú), advirtió que no participará en ninguna nueva ronda de conversaciones antes de que se cumplan los aspectos humanitarios de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el alto al fuego en Siria.
Según un comentario ofrecido a la agencia TASS por el embajador de Siria ante la ONU, Bashar al Yaafari, que preside el grupo de negociadores que representan a Damasco, la decisión tiene que ver con los éxitos conseguidos por el Ejército sirio en la gobernación de Alepo. "No es por casualidad que la oposición haya declarado que se va de las negociaciones después de la exitosa ofensiva del Ejército gubernamental sirio cerca de Alepo y de la liberación de algunos territorios", afirmó.
Fueron los países que apoyan en Ginebra "el grupo pro-Riad de la oposición", en concreto Turquía, Catar y la propia Arabia Saudita, los que ordenaron que sus representantes abandonaran el diálogo en la ciudad suiza, explicó Al Yaafari. "La declaración de Staffan De Mistura no refleja toda la verdad", agregó, refiriéndose a los motivos ocultos del comportamiento de los grupos que representan a las fuerzas opositoras al Gobierno de Bashar al Assad.