¿Por qué China compra los nuevos cazas Su-35 de Rusia?
China fue el primer cliente que compró un lote de cazas rusos Su-35 en otoño de 2015. La semana pasada estos aviones han comenzado a llevar a cabo misiones de combate en la operación antiterrorista rusa en Siria. El experto de la Academia de Ciencias de Rusia, Vasili Kashin, opina que la compra por parte del gigante asiático de 24 cazas Su-35 es esencial para Pekín, y explica por qué.
En su artículo publicado en la página web de Carnegie Moscow Center, Kashin sostiene que el precio por los aviones rusos comprados por China fue de unos 2.000 millones de dólares y que los suministros podrían empezar este año, aunque la parte principal sería entregada entre 2017 y 2018.
"Aparentemente los chinos ahora buscan nuevas formas de desarrollo de sus aviones de combate", cree el experto. Actualmente China está desarrollando dos cazas prometedores, el J-20 y el J-31. Sin embrago, solo el J-20 puede ser considerado un avión de combate de quinta generación, explica. "El J-31 utiliza tecnologías de sigilo, pero sus principales componentes son prestados de los cazas de la generación 4+, tales como el J-10B, el J-16 y el FC-1. En cuanto al J-20, que contiene todo el potencial de la industria de aviación china, el logro de este avión de disposición combativa es una perspectiva distante y no muy clara", opina Kashin.
Asimismo, China está probando el caza J-11D, que cuenta con las tecnologías más modernas. "Es probable que la operación de los Su-35 en un regimiento permita a los chinos evaluar el éxito de sus esfuerzos en el desarrollo del tipo de base del J-11", concluye el autor del artículo. China también, según el experto, podría comprar pronto a Rusia componentes para sus nuevos cazas, así como firmar contratos de transferencia de tecnologías.
La entrega exitosa de aviones rusos a un comprador tan importante como China mejorará sus oportunidades en los mercados extranjeros. Se espera que el próximo comprador de los Su-35 de Rusia sea Indonesia, precisa el experto.
El Su-35 (Flancker-E, según la designación de la OTAN) es un impresionante derivado del Su-27. Fue construido para afrontar los nuevos retos en el mundo después de la Guerra Fría. Esta aeronave de generación 4++ alcanza una velocidad máxima de 2.390 kilómetros por hora y dispone de un mejorado sistema de armamento.