¿Complot global? EE.UU. y Japón planean responder a Pekín en el mar de la China Meridional
El supuesto despliegue de un sistema avanzado de misiles tierra-aire por el Ejército chino en la isla de Woody (reclamada por Taiwán y Vietnam) en el archipiélago en disputa en las aguas del mar de la China Meridional ha generado preocupación en Japón y EE.UU.
En imágenes satelitales de la compañía ImageSat International se observa la presencia de dos baterías equipadas cada una con cuatro lanzadores de misiles y un sistema de radar, material bélico que se presume llegó a la isla la semana pasada. Así, EE.UU. y Japón han acordado llevar a cabo ejercicios militares conjuntos en respuesta a las acciones de China, informa la agencia Ria Novosti. El acuerdo fue alcanzado en Tokio por el jefe del Comando del Pacífico de EE.UU., almirante Harry Harris, y el ministro de Defensa de Japón, Gen Nakatani.
Sin embargo, según declaró el Ministerio de Defensa chino a Ria Novosti, los sistemas de defensa antiaérea fueron desplegados en las islas en disputa hace mucho tiempo. De acuerdo con un funcionario del Gobierno estadounidense, las imágenes podrían corresponder al sistema antiaéreo HQ-9, un derivado del sistema ruso S-300 y análogo a los Patriot estadounidenses, con un alcance aproximado de 200 kilómetros capaz de neutralizar aviones civiles y militares.
Mientras tanto, según China, puede ser que países como Filipinas y Vietnam deliberadamente utilicen el apoyo de EE.UU. para aumentar la tensión en la región.
¿Quién ganaría la posible guerra en el mar de la China Meridional?
Este conflicto lleva ya muchos años, es lento y cuenta con destellos de actividad diplomática. Por eso se lo denomina una disputa territorial. Mientras, China posee grandes capacidades para superar a sus potenciales rivales. A pesar de contar con un solo portaviones, las islas artificiales en construcción servirían para mantener sus operaciones a cientos de kilómetros del territorio continental. Además, según el Pentágono, Pekín "está haciendo grandes inversiones en armamento con el que rompería las ofensivas del enemigo y contrarrestaría a terceros, incluyendo EE.UU.". Así, Pekín construye varios arrecifes y atolones artificiales en las islas Spratly, que se disputan China y los aliados de Washington: Vietnam, Filipinas, Malasia y Brunéi. Filipinas reclama la soberanía de las Spratly, pero prácticamente no cuenta con equipo militar moderno como para defender su territorio marítimo. Vietnam está en mejor forma gracias a las fuertes inversiones que ha hecho en la compra de armamento, no obstante, es poco en comparación con la magnitud de la flota aérea y naval china.