Entre la alta sociedad de Ankara (Tuquía) se rumorea que existe un motivo personal para que el presidente de su país, Recep Tayyip Erdogan, quiera acabar con el régimen del presidente de Siria, Bashar al Assad. Al parecer, hace años sus familias mantenían buenas relaciones pero, tras pasar un fin de semana juntas, surgieron ciertas desavenencias, explica el columnista Norman Stone en 'Financial Times'.
Según la versión de Stone, esos comentarios indican que los servicios de inteligencia turcos habrían interceptado un correo electrónico de Asma Al Assad, en el que pedía a su marido que no se volvieran a juntar con los Erdogan porque el mandatrio es "un bruto que no ha leído un libro en su vida" y Emine Erdogan es "una mujer anticuada a la que solo le interesa ir de compras".
En cualquier caso, hasta el momento Assad se ha mantenido en el poder gracias también al apoyo de Rusia, profundiza el periodista, quien recuerda que, cuando Turquía derribó un avión militar de Rusia "por violar su espacio aéreo durante 17 segundos" el presidente de este país, Vladímir Putin, ratificó que es "una persona que no olvida las afrentas, ha leído mucho, habla varios idiomas y sopesa bien lo que hace".
Según Stone, el conflicto entre Rusia y Turquía que surgió a partir de ese suceso cambió por completo la relación entre ambos países y, al final, han coincidido muchos factores para que exista una enemistad entre Erdogan y sus homólogos ruso y sirio.