El 23 de marzo la central nuclear Yuzhno-Ukraínskaya, en la región ucraniana de Nikoláyev, detuvo casi por completo su trabajo durante 24 horas. La situación de emergencia coincidió sospechosamente con las ideas expresadas con anterioridad por el Gobierno de Kiev sobre el uso de las centrales nucleares para controlar la potencia diaria del sistema energético del país. Los expertos advierten de que las decisiones de este tipo están cargadas de consecuencias trágicas para Ucrania y sus vecinos. El portal informativo Lenta.ru ha tratado de averiguar qué ocurre en la industria nuclear de Ucrania y cuánto riesgo representa para el país.
Fallos repentinos
De acuerdo con las fuentes en el país, las tres unidades de la central nuclear detuvieron su trabajo por razones de fuerza mayor.
"Los experimentos con el átomo son una ruleta. No harán nada bueno"
Por su parte, cabe recordar que se habían anunciado importantes obras de mantenimiento en la tercera unidad de la central, que empezaron el 6 de marzo y debían prolongarse 98 días. Sin embargo, el 21 de marzo se desconectó la segunda unidad para realizar unas reparaciones en el sistema de refrigeración del generador. Mientras tanto, el 23 de marzo la primera unidad quedó fuera de servicio debido al mal funcionamiento del sistema de control de la turbina.
Las autoridades del país no han proporcionan ninguna explicación sobre lo sucedido. El Ministerio de Energía mantiene silencio mientras que la dirección de la central ha asegurado que los niveles de radiación en la planta no sobrepasan los límites.
Los expertos señalan que la misma situación se ha podido observar en otras plantas de energía nuclear de Ucrania. Así, del 27 al 31 de marzo detuvo su trabajo la tercera unidad de la central nuclear Rovenskaya, también por cuestiones de mantenimiento rutinario. Y a mediados de febrero una de las unidades de la central de Zaporozhie, la mayor instalación de energía de toda Europa, se detuvo para unas reparaciones de más de 100 días.
Actualmente el país cuenta con cuatro plantas de energía nuclear con 15 unidades de potencia, 12 de las cuales operan desde la era soviética. Los periodos de explotación de algunas unidades han sido prolongados más allá de los 10 años planificados, lo que ya es, según los expertos, una decisión muy dudosa. Además del peligro que representan estas condiciones en este tipo de instalaciones, la iniciativa requiere inversiones significativas, de las que Kiev no dispone, y sumiría al país en más deudas ante sus socios occidentales.
Experimentos peligrosos
Incluso en las condiciones tan específicas del funcionamiento de la industria nuclear, Kiev se plantea pasos que solo pueden agravar los problemas ya existentes, advierten los expertos. En particular, la Compañía Nacional de Energía, Ukrenergo, ha propuesto que las centrales nucleares se encarguen del ajuste diario de la potencia energética en el país. Esta medida entraría en vigor el 1 de enero de 2017. Mientras tanto, los especialistas y expertos valoran esta iniciativa con escepticismo y advierten que su ejecución podría producir desastres medioambientales artificiales en Ucrania y fuera de sus fronteras.
"Los reactores de las centrales nucleares de Ucrania fueron construidos durante la era soviética y técnicamente no siempre pueden ser utilizados para el ajuste de la alimentación energética diaria. Subir y bajar la potencia de los reactores nucleares varias veces al día, como propone el Ministerio de Energía e Industria del Carbón de Ucrania es un crimen", dice una carta abierta del Sindicato de Trabajadores Nucleares de Ucrania.
Otro "experimento" dudoso de Kiev, de acuerdo con los especialistas, son los intentos de las autoridades ucranianas de "diversificar" el suministro de combustible nuclear para las centrales mediante la sustitución del proveedor ruso por uno estadounidense. Se trata de la empresa Westinghouse Electric Company,que el 17 de marzo suministró combustible a la planta, entonces detenida, de Nikoláyev.
Según reportaron en Kiev, el suministro se realizó "sin ningún problema". Sin embargo, poco después, por una extraña coincidencia, todas las unidades de la central se detuvieron. La situación ha tenido tanta resonancia en la sociedad que el Ministerio de Energía de Ucrania se ha visto obligado a hacer una declaración para asegurar que el incidente no está relacionado con el nuevo combustible.
El combustible de Westinghouse se utiliza con éxito en muchas centrales nucleares de todo el mundo. Sin embargo, de acuerdo con los expertos, no es adecuado para las antiguas plantas de energía nuclear soviéticas, que cuentan con sus necesidades técnicas específicas. "Los experimentos con el átomo son una ruleta. No harán nada bueno", alarman los especialistas.