Los presidentes de Venezuela y Bolivia, Nicolás Maduro y Evo Morales, han expresado su indignación y rechazo a la sustitución de Dilma Rousseff y han calificado el acto de golpe de Estado y una "nueva arremetida de la derecha" en el continente.
"El golpe de Estado en Brasil pretende neutralizar a los BRICS"
"Hoy se ha dado un golpe de Estado parlamentario contra la presidenta constitucional, legítima, elegida por el pueblo de Brasil, Dilma Rousseff. Hoy se consumó la primera fase de un golpe de Estado para acabar con una era de fuerza y de liderazgo popular, para dividir a Brasil", cita la emisora Radio Nacional de Venezuela la declaración del presidente venezolano pronunciada en una reunión que sostuvo con el estado mayor de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), en el Salón Sol del Perú del Palacio de Miraflores.
El mandatario también ha señalado que esta medida tiene la intención de "neutralizar a Brasil" en la arena internacional, impedir la formación del Banco de Desarrollo de los BRICS con más de 1.200 millones de dólares y un nuevo sistema monetario y perjudicar el organismo consultivo formado por Rusia, China, la India, Brasil y Sudáfrica.
"Yo no tengo ninguna duda de que este golpe de Estado tiene la factura 'Made In USA' (…). Es una señal muy grave y peligrosa para la estabilidad y la paz del continente", aseveró Maduro, llamando a todos los venezolanos a tener en cuenta que "las fuerzas imperiales alinean sus fuerzas también contra Venezuela para destruir la revolución bolivariana".
"Un golpe congresal y judicial"
El presidente de Bolivia, Evo Morales, se sumó a los repudios a la suspensión de la hasta ahora presidenta brasileña, Dilma Rousseff, con un mensaje de solidaridad publicado en su cuenta de Twitter en el que asegura que comparte su indignación por "el golpe congresal y judicial" que ha estremecido al país.
"Hermana Presidenta @dilmabr sentimos la misma indignación que usted y su pueblo frente al golpe congresal y judicial", escribió Morales.
El mandatario también ha destacado que "los pueblos humildes condenamos el atentado contra la democracia y la estabilidad económica del Brasil y la región".
"Artificio armado por sectores de la oligarquía"
Mientras tanto, el primero en pronunciarse en apoyo a Dilma Rousseff este jueves fue el Gobierno de Cuba. En un comunicado oficial, La Habana califica la decisión de golpe de Estado "disfrazado de legalidad" y señala que se trata de un "artificio armado por sectores de la oligarquía en ese país", según informa 'Diario de Cuba'.
"Lo que ocurre en Brasil es parte de la contraofensiva reaccionaria del imperialismo y la oligarquía contra los Gobiernos revolucionarios y progresistas de América Latina y el Caribe, que amenaza la paz y la estabilidad de las naciones", subraya el comunicado.
El Gobierno de Raúl Castro asegura que el pueblo brasileño rechaza el golpe y se "opondrá a cualquier intento de desmantelar" los diversos programas sociales desarrollados durante los gobiernos de Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva a favor de los sectores más vulnerables de la sociedad.