Putin sobre la disputa territorial con Japón: "Rusia está dispuesta a comprar, pero no vende nada"
Rusia quiere y está dispuesta a mantener un diálogo con Japón, incluida la cuestión de un tratado de paz, ha declarado este viernes el presidente ruso Vladímir Putin, informa RIA Novosti.
"No vendemos nada. Estamos dispuestos a comprar mucho, pero no vendemos. Estamos listos y queremos mantener un diálogo con todos nuestros socios, incluso con Japón, e incluida la celebración de un tratado de paz, en cuyo contexto también podamos dialogar sobre la cuestión territorial", señaló el líder ruso tras la cumbre de la ASEAN.
Al mismo tiempo, Vladímir Putin sostuvo que no ata la cuestión territorial a otras cuestiones de la cooperación bilateral con el país asiático. "No enlazamos lo uno con lo otro. Solo queremos desarrollar las relaciones con Japón, que es un socio importante en la región de Asia y el Pacífico, y el mundo en general", detalló.
Por su parte, el vicecanciller ruso Ígor Morgulov ha anunciado que las negociaciones de tratado de paz a nivel de vicecancilleres de Rusia y Japón se celebrarán durante la segunda mitad de junio en Tokio.
Las islas Kuriles y el tratado de paz
La disputa territorial por las islas Kuriles y un tratado de paz, pendiente desde hace 70 años, fueron el eje del encuentro entre Vladímir Putin y el primer ministro japonés Shinzo Abe en Sochi.
Rusia y Japón no firmaron un tratado de paz tras la guerra soviético-japonesa de 1945. De facto, esta guerra terminó al mismo tiempo que la Segunda Guerra Mundial, el 2 septiembre de 1945, cuando los representantes de Tokio firmaron el acta de rendición incondicional. Formalmente el estado de guerra entre la URSS y Japón terminó en 1956, con una declaración conjunta firmada en Moscú.
Japón reclama cuatro islas del archipiélago de las Kuriles en virtud del tratado bilateral de 1855 y pone como condición para la conclusión del tratado de paz la devolución de las islas. Sin embargo, la posición de Moscú es que estas se convirtieron en parte de la Unión Soviética como resultado de la Segunda Guerra Mundial y la soberanía rusa sobre ellas, que cuenta con fundamento legal internacional, no puede ser cuestionada ni revisada.