"El terrorismo islámico es el fruto amargo de un siglo de fallida intervención de Occidente en Oriente Medio", estima Joe Lauria en su artículo titulado "Por qué a los occidentales nunca les dicen por qué son atacados" publicado en el portal The Duran. El periodista sostiene que en vez de considerar el problema desde el punto de vista objetivo, Occidente utiliza métodos violentos en sus intentos de promover la democracia o proteger a los civiles. Además, señala que los medios de comunicación no prestan mucha atención a las verdaderas causas de la mayoría de los atentados.
¿Por qué los oficiales y medios occidentales no citan las represalias por la violencia occidental como una causa de los ataques terroristas en Nueva York, París, Bruselas y Orlando?
El siniestro del avión ruso A321 sobre la península egipcia de Sinaí con 224 personas a bordo fue tratado por medios occidentales como una represalia del Estado Islámico por el operativo antiterrorista ruso en Siria y un "acto de guerra de un grupo fanático", como si fuera algo natural. "Entonces, ¿por qué los oficiales y medios occidentales no citan las represalias por la violencia occidental como una causa de los ataques terroristas en Nueva York, París, Bruselas y Orlando?", se pregunta Lauria.
Razonando sobre las causas de los atentados el analista indica que los terroristas dejaron bastante claros sus motivos. "Vuestros Gobiernos elegidos de manera democrática llevan a cabo atrocidades contra mi gente por todo el mundo. Y vuestro apoyo os hace directamente responsables, al igual que yo soy directamente responsable por proteger y vengar a mis hermanos musulmanes", cita Lauria a Mohammad Sidique Khan, uno de los cuatro atacantes suicidas que perpetraron los atentados en Londres en 2005.
Sin embargo, los políticos prefieren ignorar tales afirmaciones concretas, lamenta el periodista. Asimismo, comentando los atentados en Bruselas, el portavoz oficial del Departamento de Estado de EE.UU., Mark Toner, indicó que es imposible "entrar en la mente de quienes perpetran estos ataques". "No hace falta leer su mente", destacó Lauria, señalando que el Estado Islámico claramente prometió "días negros" para todos los que luchan contra ellos, "en respuesta a la agresión" contra el 'califato'.
El terrorismo no tiene excusas. Pero existe una manera práctica de frenarlo: poner fin a las intervenciones en curso y no planificar más.
Haciendo eco de la historia de la intervención occidental en numerosos países de Oriente Medio desde los tiempos de la Primera Guerra Mundial, Lauria afirma que el Reino Unido, Francia y EE.UU. apoyaron a dictadores o monarcas con total desprecio de los derechos humanos. Según el periodista, Irak, Libia y Siria se convirtieron en blancos porque "se atrevieron a independizarse de la hegemonía occidental, no por la fatal situación de los derechos humanos".
"El terrorismo no tiene excusas. Pero existe una manera práctica de frenarlo: poner fin a las intervenciones en curso y no planificar más", concluye Lauria. "Admitir cualquier relación entre los sórdidos hechos históricos y el terrorismo antioccidental sería admitir la culpa y el precio que Occidente está pagando por su dominio", añade.