La noticia sobre una nota interna firmada por 51 diplomáticos del Departamento de Estado de EE.UU con críticas de la política de la administración de Obama en Siria muestra el funcionamiento interno de uno de los departamentos del Gobierno estadounidense más divididos sobre la cuestión "¿Qué hacer con la Siria de Al Assad?", sostiene el periodista Derek Monroe.
El régimen del Estado Islámico o del Frente Al Nusra se considera una alternativa viable y bienvenida por los firmantes, ya que elimina a Siria de la órbita de la influencia de Rusia e Irán.
"El conflicto entre los militares y paramilitares que apoyan a Al Assad y los rebeldes se ha transformado en una serie de guerras subsidiarias [conocidas como 'proxy' en inglés] en las que están involucrados rebeldes apoyados por EE.UU., rebeldes apoyados por las monarquías del Golfo, militares sirios, militares estadounidenses, militares rusos, milicias de Hezbolá, kurdos, yihadistas y el Estado Islámico, por mencionar algunos", destaca Monroe en su artículo para RT.
Recientemente los periódicos estadounidenses 'The New York Times' y 'The Wall Street Journal' informaron que 51 diplomáticos del Departamento de Estado de EE.UU. firmaron una nota interna criticando la política de la administración de Obama en Siria e instando a que EE.UU. realice bombardeos contra las fuerzas del Gobierno de Bashar al Assad. A su juicio, las acciones militares contra el Gobierno sirio facilitarán la lucha contra el Estado Islámico.
Monroe opina que los ataques estadounidenses deseados por los diplomáticos del Departamento de Estado debilitarían el Estado sirio y desestabilizarían la situación en la región en el futuro. "Además, podrían desatar un genocidio de alauitas y otras minorías que sin lugar a dudas seguiría a la caída del régimen de Al Assad", indica el periodista.
Según Monroe, se trata de una "cínica explotación de la tragedia humana" en nombre de la defensa de los derechos humanos en Siria. Asimismo, "el régimen del Estado Islámico o del Frente Al Nusra se considera una alternativa viable y bienvenida por los firmantes, ya que elimina a Siria de la órbita de la influencia de Rusia e Irán, mientras que sacrifica a los sirios en el altar de la fallida política estadounidense", señala el analista.