España: ¿En qué se diferencian estas elecciones de las de Diciembre?
Las elecciones de hoy en España son especiales por varios motivos. Uno de ellos es que es la primera vez que tienen que repetirse los comicios por falta de acuerdo entre las fuerzas políticas candidatas.
En RT hemos querido analizar este escenario, y plantearnos concretamente cuáles son las diferencias más importantes entre las elecciones anteriores, las del 20-D, y las que se están celebrando en este momento. Éstas son las 4 más destacables:
1. Ya se conoce la fuerza de los partidos emergentes. Porque, en Diciembre, todo eran especulaciones al respecto. Hay que recordar que ni siquiera las encuestas sirvieron para calibrar bien la fuerza de su entrada en el congreso. Hoy, en cambio, ya sabemos que los partidos emergentes han irrumpido con fuerza en el parlamento, al menos con fuerza suficiente como para romper el bipartidismo que ha caracterizado tradicionalmente a la política española. Y además, ya se tiene una idea bastante aproximada de cuál es la proporción de escaños a la aspira de cada uno de ellos.
2. La nueva izquierda y la polarización del voto. La fusión entre Podemos e Izquierda Unida en la formación 'Unidos Podemos' es un verdadero factor de cambio para estas elecciones, principalmente porque ha generado una expectativa de voto a la izquierda que ha polarizado en dos la intención mayoritaria de voto: por un lado, esta formación amenaza seriamente con adelantar al PSOE por la izquierda, y por otro, produce una reacción en la derecha que podría concentrar al electorado de derechas entorno al PP.
3. El contexto internacional: La crisis europea provocada por los refugiados se ha intensificado en lo que llevamos de año, y aún resuena en nuestros oídos el bombazo del 'Brexit'. Ambas cosas podrían condicionar el voto. Los temores que generan los nuevos escenarios políticos y sociales podrían introducir un sesgo hacia posturas conservadoras.
4. La actitud del electorado: Seis meses de fracasos a la hora de pactar y formar gobierno, soportando a todas horas el tono de campaña política que ha teñido la comunicación de todos los partidos probablemente hayan provocado cierto hartazgo entre el electorado español. Eso podría tener dos consecuencias: un incremento de la abstención (lo veremos en breve) o una radicalización del voto, propia de poblaciones enfadadas con su clase política. El lado positivo es que los partidos se han retratado bastante durante este tiempo y el votante acude a las urnas con más información. Con lo cual, el voto será un poco más consciente que en el pasado Diciembre.
Con todo, la diferencia más importante, y también la más deseable, es que esta vez las elecciones sí sirvan para formar gobierno en España.