Las mentiras de Lochte convirtieron una noche de festejos en la fiesta 'más cara' de su vida

Cuatro compañías auspiciantes han anunciado la culminación de sus contratos con Ryan Lochte, deportista estadounidense y ganador de 12 medallas olímpicas —entre ellas 6 de oro—, debido al incidente del pasado 14 de agosto durante los Juegos Olímpicos de Río. Según informa 'The Washington Post', las compañías involucradas son Speedo, Ralph Lauren, Airweave y Gentle Hair Removal.

"A pesar de que hemos disfrutado de la relación ganadora por más de una década con Ryan, quien ha sido un miembro importante del equipo de Speedo, no podemos tolerar un comportamiento que va en contra de los valores que esta marca ha sostenido por mucho tiempo", señala el anuncio de la compañía, que ha deseado además suerte al nadador en su carrera futura. Además, Speedo declaró que donará 50.000 dólares de los honorarios que correspondían a Lochte a la organización no gubernamental Save The Children, la que a su vez destinará los fondos a la ayuda social en Brasil.

Anécdotas y escándalos en torno a los JJ.OO. de Río

Posteriormente, la compañía Ralph Lauren anunció la culminación de su contrato con Lochte, en "apoyo a los Juegos Olímpicos de Río 2016", mientras que Gentle Hair Removal dio a conocer su decisión motivada en el hecho de que su empresa exige a sus empleados "altos estándares y lo mismo esperan de sus socios comerciales". Finalmente, el fabricante de colchones japonés Airweave comunicó que "luego de un cuidadoso análisis" ha tomado la decisión de rescindir el contrato con Lochte.

Estas decisiones se dan luego de que el deportista admitiera haber "exagerado" en la historia acerca de que él y tres de sus compañeros de equipo fueron asaltados a mano armada en una gasolinera de Río de Janeiro.

Las autoridades brasileñas revelaron que los nadadores estadounidenses provocaron destrozos en la gasolinera y discutieron con los guardias de seguridad, que exigían a los deportistas reponer económicamente los daños ocasionados. Posteriormente, los nadadores estadounidenses se inventaron un supuesto asalto para justificar los incidentes protagonizados en la estación de servicio. Lochte declaró que se encontraba aún "intoxicado" cuando inventó la historia del asalto y añadió "Somos humanos, aprendemos de nuestros errores".