¿Sabe por qué escasea el pan en Venezuela?

Todo el trigo que consume Venezuela es importado y subsidiado por el Gobierno. El procesamiento y comercialización está en manos de siete conglomerados privados. En todo el país hay 10.500 panaderías. Las empresas públicas pasarán a distribuir la harina en el ámbito local.

En medio de la guerra económica, el pan también escasea en Venezuela. Lo mismo que con otros productos, las personas deben hacer largas filas para adquirirlo, ya que las panaderías decidieron venderlo por horarios o condicionado a la compra de un producto adicional.

No obstante, máximo responsable de la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro), el general Menry Fernández, aseguró a RT que los inventarios del trigo, que el Estado importa al 100 %, exceden la demanda nacional, por lo que no existen razones para el desabastecimiento del rubro.

Este superintendente explicó que el consumo histórico de harina de trigo, para la elaboración del pan es de 75.000 toneladas de trigo al mes. En julio se contaron 100.000 toneladas y en agosto, 110.000; en resumen, "el inventario actualaproximado es de 230.000 toneladas".

Esas cifras corresponden a la importación de la harina, no al uso, con lo cual hay y ha habido trigo por encima del consumo nacional.

Entonces, ¿por qué escasea el pan en las panaderías de Venezuela?

Distorsiones del sistema

Sunagro gestiona el trigo que importa Venezuela para cubrir su demanda nacional y, con precios subsidiados, suministra la harina a siete empresas privadas, que controlan todo el proceso de elaboración del pan. De allí pasa a 20 empresas comercializadoras, que lo venden a las 10.500 panaderías del país. Esas firmas están ubicadas en la costa norte del país y no por casualidad, según el superintendente.

"La Venezuela de hoy tiene un proceso de distorsión de su modelo económico. Desde la aparición del petróleo y la asunción de la economía rentista, toda la infraestructura queda en manos privadas y estos empresarios obedecen a lo que acá se llama economía de puertos, por eso las procesadoras se ubican cerca de las costas", recuerda Fernández.

Otro dato que sirve para explicar las fuerzas que operan detrás de la guerra económica se puede encontrar en el hecho de que el 80 % de la capacidad agroindustrial de Venezuela pertenece a capitales privados.

El detalle

Un trabajo de campo realizado por la periodista venezolana Indira Carpio y cedido a RT aporta datos sobre cómo el entramado comercial afecta al comprador final de pan: un saco de 45 kilos trigo que expende el Estado está regulado en 8.000 bolívares, alrededor de 12,37 dólares; es decir, cada kilo de harina cuesta menos de un dólar.

Sin embargo, ¿cuánto cuesta el pan, cuyo precio está regulado? La periodista señala que, actualmente, las panaderías no cumplen con las regulaciones y que "el precio varía de acuerdo a la localidad, desde los 180 hasta los 370 bolívares".

Así, un pan de un kilogramo llega a costar poco más de dos dólares mientras que el pan popular, conocido como canilla y valorado en poco más de 25 centavos de dólar, está prácticamente desaparecido. Algunas de las opiniones que recaba Carpio indican que los dueños de las panaderías "no expenden pan canilla porque no le ven el queso a la tostada", una expresión popular para señalar que casi no obtienen ganancias por ese producto.

Revertir es la orden

Menry Fernández indicó que la primera tarea que les encomendó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue asegurar la gobernanza del proceso y destrabar la comercialización de la harina de trigo, que controlan las empresas privadas.

Otro nudo crítico y que termina aumentando los precios de venta de los sacos de harina es que las empresas comercializadoras no cuentan con una estructura que les permita abarcar todo el país. "Los panaderos del interior deben costear los costos de traslados y acarreo de la harina de trigo y eso engrosa los precios finales", confirmó Fernández.

Entonces, el próximo paso será "abrir la red pública de distribución de harina de trigo panadero". Esto no significa, en opinión del jefe de la Sunagro "que vamos a sacar del negocio a la empresa privada", sino que "vamos a equilibrar los canales de distribución".

Los equilibrios

Para lograrlo, el Gobierno bolivariano cuenta con 25 empresas comercializadoras de las gobernaciones de estados, además de 38 distribuidoras que perteneces al programa de venta de alimentos subsidiados, conocido como Pdval. "Esas 63 empresas van a municipalizar la distribución del trigo panadero en todo el territorio", informó el superintentente.

Una medida adicional del Gobierno ha sido direccionar el uso del trigo. de este modo, el 90 % de los inventarios de cada panadería se debe utilizar para elaborar las diferentes variantes del pan salado que consume la población y el restante 10 % para dulces y pastelería.

Fernández explicó a RT que las panaderías también aplicaban un método detectado en la guerra económica: simplificación de la producción: "Solo hacían los panes más grandes, que vendían más caros, y no ofrecían otras opciones a los consumidores finales".

Quizá la tarea que más importa a la Sunagro, estima el general Fernández, es "romper la lógica del capital. Esas distorsiones vamos a corregirlas lo más rápido posible. Ya hemos puesto las reglas del juego".

 

Ernesto J. Navarro