"¡El hombre más buscado del mundo está en mi casa!": ¿Quién ayudó a Snowden en Hong Kong?
Un hecho poco conocido sobre Edward Snowden es que fue ayudado por varios refugiados durante las dos semanas que pasó en Hong Kong tratando de evadir el seguimiento de Estados Unidos.
Al menos cuatro refugiados ―ahora clientes de los abogados de Snowden― albergaron en sus hogares al extécnico de la CIA y la NSA, quien cobró notoriedad mundial tras denunciar en junio de 2013 un amplio programa de vigilancia digital llevado a cabo por los servicios secretos de EE.UU.
"La primera impresión que me dio su cara fue que tenía miedo y que estaba muy preocupado", contó a 'The New York Times' Vanessa Mae Bondalian Rodel, una filipina de 42 años.
Su diminuta vivienda le sirvió de escondite a Snowden mientras era buscado internacionalmente, igual que otros tres lugares del pobre barrio de Kowloon (Hong Kong), que vive prácticamente fuera del control gubernamental.
Snowden alquiló un cuarto en la casa de Rodel, donde ella vivía con su bebé de un año, y allí permaneció día y noche frente a su computadora sin salir. La conexión a Internet se mantenía a través de un dispositivo móvil.
Al segundo día de haber acogido a su huésped, la mujer descubrió para su sorpresa quién era Snowden, cuando este último le pidió que le comprara el periódico en inglés 'South China Morning Post'.
"¡Dios mío, es increíble!", recordó la mujer y agregó: "¡El hombre más buscado del mundo está en mi casa!" Uno de los abogados de Snowden, Robert Tibbo, contó que habían rechazado inmediatamente la idea de ir a un centro de refugiados de la ONU, una decisión que llevó a Snowden también a la casa de Ajith Pushpakumara, quien había huido de Sri Lanka tras ser torturado por deserción. El hombre de 44 años se identificó con el prófugo estadounidense. "Yo estaba preocupado por él", afirmó.
Supun Thilina Kellapatha, con su esposa e hija, también albergó al estadounidense por tres días.
Todos ellos recuerdan que Snowden estaba cansado y asustado pero que era extremadamente cortés y respetuoso. Antes de irse, el estadounidense le dejó a esta última familia 200 dólares bajo una almohada.
Partidarios de Snowden, quien recibió luego asilo en Rusia, recogen actualmente fondos para asistir a los refugiados que ayudaron al estadounidense en aquel momento. Son parte de los 11.000 extranjeros en Hong Kong que esperan asilo político por parte del Gobierno chino.