Gobierno mexicano, en medio de un nivel de reprobación popular histórico

Con el nivel de aprobación del 63% de acuerdo con el diario El Universal, y después de la polémica visita del candidato republicano Donald Trump a México, el presidente Enrique Peña Nieto realizó cambios profundos en su gabinete.

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Sin explicar las razones ni tomar preguntas de la prensa, el presidente removió al poderoso encargado de las finanzas del país, Luis Videgaray, colaborador de Peña desde su gestión al frente del Estado de México.

Ningún escándalo como el alza a los precios de la gasolina, ni la polémica aparición de una casa suya comprada a crédito al polémico consorcio Grupo Higa lo habían hecho caer. Videgaray habría sido artífice de la visita de Trump, lo cual pudo causar su salida del gobierno.

Ahora, Videgaray se va "tras dejar una economía débil, pegada con chicle" asevera el sitio Sinembargo , el cual reporta que la deuda del país representará para el país casi el 46% del Producto Interno Bruto.

Sin embargo, para John Ackerman, integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, los cambios representan una continuidad en la política de Peña Nieto, pues sustituyó a miembros de su gabinete por otros que integraban a su equipo. Es decir, no hubo ninguna sorpresa.

Las burlas por los cambios no se hicieron esperar en internet.

"Nunca antes en la historia moderna reciente de México ha sido tan despreciado y repudiado el presidente de la república", opina Ackerman.

"Si bien no ha habido presidentes populares, el repudio a Peña Nieto ha sido reconocido en todo el mundo", destaca.

El nombramiento del sucesor de Videgaray, José Antonio Meade, causó polémica e ironía en las redes sociales; pues es la primer persona que en México ha sido Secretario de Hacienda dos veces (una en el sexenio de Felipe Calderón), además de que ha dirigido los ministerios de Relaciones Exteriores, de Desarrollo Social y de Energía.

Sabor a 2018

De acuerdo con el sitio Sinembargo.com, los cambios tienen "sabor a 2018", en referencia a las elecciones presidenciales que se celebrarán en aquel año.

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Los cambios, dice el portal, "apuntalan" al encargado de la política interior del país, Miguel Ánguel Osorio Chong, como posible candidato del Partido Revolucionario Institucional para el 2018. 

Osorio Chong también ha gobernado en medio de escándalos por violación a derechos humanos en lugares como Nochixtlán, Tlatlaya, Tanhuato, y la desaparición forzada de personas que tuvo su punto neurálgico hace casi dos años con la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.

"El presidente Peña Nieto se pasó seis días defendiendo las razones para invitar a Donald Trump a Los Pinos; al séptimo despidió al responsable de la invitación, Luis Videgaray, el poderoso ministro de Hacienda", escribió el periodista Jorge Zepeda Patterson para El País.

Zepeda Patterson resalta el nombramiento de Luis Enrique Miranda Nava a la Secretaría de Desarrollo Social, "el ministerio clave para la promoción del voto"."Con la decisión deja el camino libre para que Miguel Ángel Osorio Chong se convierta en virtual candidato oficial a la presidencia”, escribe.

La senadora Marcela Torres del Partido Acción Nacional, fue tajante sobre la designación de Miranda Nava:

El Dr. Eduardo Villareal Cantú, Coordinador del Doctorado en Políticas Públicas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) contó a RT que debido a la falta de información clara sobre el motivo de los cambios hay especulación. Si bien no hay nada claro y debe pasar tiempo para evaluar los cambios, antes había un “trípode” en el gobierno mexicano conformado por Videgaray, Osorio Chong y Peña Nieto. Esa relación ya no existe.

Motivos Sobran

"Hay llamados crecientes a Peña Nieto, cuyo rating de aprobación es el más bajo de cualquier presidente desde el 2000, a que sea removido de su cargo" dice una columna de la Revista Forbes.

Villareal Cantú explica a RT que si bien no ve una situación como para plantear la renuncia del ejecutivo, México cuenta con un sistema presidencial que necesariamente se apoya en legitimidad y aceptación.

"La decisión (con los cambios en el gabinete) dan señales de volverse encerrar en vez de abrir puertas y tender lazos. Frente a situaciones urgentes, medidas extraordinarias; y eso no ha ocurrido".

Ackerman aclara que la exigencia de renuncia del presidente tiene dos años y tuvo su punto neurálgico en las protestas por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Un ejemplo del repudio que existe hacia el presidente fue la quema de su efige en la plaza del Zócalo, ubicada al centro de la Ciudad de México, el 20 de noviembre de 2014.

"México puede seguir así, el problema para el régimen es que si sigue así estará condenado a perder en 2018", opina el experto.

En redes sociales circula desde hace una semana una convocatoria para movilizarse en el marco del acto cívico que tradicionalmente se celebra el 15 de septiembre por la independencia de México.

La invitación trae el hashtag #RenunciaYa y recalca que los "motivos sobran", en referencia a las distintas crisis de derechos humanos, económica, social y de prestigio que ha vivido el gobierno de Enrique Peña Nieto, que va de la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, la Casa Blanca regalada a su emposa por el consorcio Grupo Higa y el escándalo por el supuesto plagio de su tesis. Ambos escándalos fueron dados a conocer por el sitio Aristegui Noticias.

El bloguero Albertro Serdán escribió en el sitio Animal Político un texto titulado "Enrique, tenemos que hablar", en la que sugiere que de acuerdo con el Artículo 86 de la Constitución es viable plantear la renuncia del propio presidente:

"La renuncia de Enrique Peña Nieto y la salida de su equipo es un acto indispensable porque su falta de juicio, su deslegitimidad por su comportamiento público y su incompetencia ponen en peligro al país. Dos años aún son muchos".

Aldabi Olvera