Las 10 mentiras de Occidente sobre el conflicto sirio
En un artículo para RT, el periodista británico Neil Clark ha presentado "las 10 peores mentiras" sobre Siria que Occidente promueve con el objetivo de ofrecer a sus ciudadanos "una visión completamente falsa" del conflicto que padece ese país árabe desde 2011.
1. Occidente no ha intervenido en Siria
La afirmación tantas veces repetida sobre la no intervención del Occidente en Siria es "versión copletamente falsa de la verdad", afirma este periodista y escritor. Aunque Occidente no bombardeó directamente al Gobierno sirio de Bashar al Assad en 2013, sí que ha intervenido "enormemente" en el país árabe al financiar, apoyar y entrenar a "rebeldes violentos" que se oponen a las autoridades sirias.
Además, muchas armas enviadas por EE.UU. a esos combatientes acabaron en manos del grupo terrorista Estado Islámico. "Occidente no solo ha desatado este conflicto, sino que también ha ayudado a mantenerlo durante más de cinco años", indica Neil Clark.
2. El conflicto es culpa de Assad
La versión occidental dominante indica que Assad inició la guerra de Siria después de oprimir las protestas pacíficas contra su Gobierno, en marzo de 2011. Sin embargo, Clark subraya que esas protestas pacíficas a favor de la democracia "fueron secuestradas" por quienes querían provocar una respuesta violenta por parte de las autoridades del país. El primer mes de hostilidades se saldó con la muerte de, al menos, 88 soldados sirios.
De este modo, el mandatario se enfrentó a una "insurrección violenta" protagonizada por "terroristas", muchos de los cuales procedían del extranjero. "¿Qué haría el Gobierno de Estados Unidos si se enfrentara a una insurrección violenta de 'rebeldes' respaldados desde el extranjero que mataran a soldados norteamericanos e hicieran estallar edificios gubernamentales?", se pregunta Clark: "Segiro que su respuesta sería aún más despiadada que la del Gobierno sirio".
3. Assad cuenta con poco apoyo en Siria
Según el escritor, a las personas que viven en los países occidentales les cuentan que el líder sirio no tiene el favor popular y solo permanece en el poder porque es "un dictador brutal". Sin embargo, existen "muchas pruebas" de que Assad goza de un apoyo considerable en su país.
A principios de 2012, una encuesta indicó que el 55 % de los sirios querían que su presidente siguiera en el poder y, dos años después, Assad obtuvo una "aplastante victoria" en las primeras elecciones presidenciales multipartidistas del país en los últimos 50 años.
Asimismo, el periodista recuerda que una encuesta de julio de 2015 mostró que el 47 % de la población pensaba que su mandatario tenía una influencia positiva en los asuntos en Siria. Sin embargo, Occidente no difundió ninguna de esas noticias.
La última prueba que ofrece el artículo trata de que, pese a que el conflicto de siria lleva vigente cinco años y medio, Assad todavía permanece en el poder.
4. Assad no está interesado en la paz y la reconciliación
De hecho, el presidente sirio y su Gobierno han demostrado de manera repetida su deseo de hacer concesiones para tratar de poner fin al conflicto. En 2012, el país árabe aprobó una nueva Constitución y puso fin al monopolio de la formación política Baaz. El artículo 8 de esa Carta Magna establece que "el sistema político del Estado se basará en el principio del pluralismo político y el ejercicio del poder de manera democrática mediante las urnas".
Clark subraya que tanto esta reforma "significativa" como las diversas amnistías que otorgó Assad a algunos rebeldes tuvieron poca cobertura en los medios occidentales.
5. El conflicto sirio es sectario
"La verdad es que tanto sunitas como chiitas apoyan al Gobierno secular sirio, mientras que EE.UU. trata de hacer todo lo posible para aprovecharse de las divisiones religiosas y crear tensiones entre esos colectivos", según indicaron las últimas filtraciones de WikiLeaks que recuerda el periodista. Durante siglos, "las potencias imperiales han empleado una estrategia de división y dominación y el Imperio estadounidense no es diferente", rememora Clark.
6. El Gobierno sirio utilizó armas químicas contra sus ciudadanos
"Si recibiera 10 libras [13,3 dólares] por cada vez que leí 'Assad gaseó a su propio pueblo en Guta' u otras frases similares, sería un hombre muy rico", asegura Clark, refiriéndose a la cobertura occidental sobre el incidente. Tres años después, todavía no se sabe con certeza quién realizó el ataque químico en esa ciudad siria.
"El sentido común nos dice que Assad habría estado loco para ordenar ese ataque porque sabía que, en ese momento, los inspectores de la ONU estaban en Damasco y los halcones occidentales buscaban una razón para bombardearlo", sostiene el escritor, quien agrega que "resulta poco probable" que nadie pueda ofrecer pruebas de que el Gobierno sirio utilizó armas químicas.
7. Rusia y el Gobierno sirio ayudan al Estado Islámico
"Este es un buen ejemplo de una 'teoría de la conspiración' aceptable", sostiene Clark. Según el periodista, después de que Moscú comenzara a bombardear a los grupos terroristas en Siria en septiembre de 2015, a los ciudadanos de los países occidentales les quisieron convencer de que proporcionaba ayuda aérea al Estado Islámico.
Sin embargo, cuando un Airbus A321 ruso de pasajeros fue derribado a finales de octubre en la península egipcia del Sinaí, la línea de los medios occidentales cambió y afirmaron que aquel ataque era un "disparo de advertencia" para Rusia por parte del EI.
Neil Clark se pregunta de manera retórica "¿por qué el grupo [terrorista] querría derribar un avión ruso si Rusia estaba proporcionando al EI fuerza aérea?" e insinua que, de hecho, Damasco y Moscú organizaron una operación antiterrorista para acabar con las atrocidades de los yihadistas.
8. Occidente está de parte de "chicos buenos" en Siria
"La verdad es que Occidente no ha luchado contra el terrorismo en Siria, sino que lo ha ayudado. Según cualquier estándar objetivo, los rebeldes moderados apoyados por EE.UU., Reino Unido y sus aliados han cometido crímenes atroces que se calificarían como 'terrorismo' si se hubieran perpetrado en un país occidental o de un aliado de Occidente", afirma Clark.
9. Hay 70.000 rebeldes moderados en Siria
La afirmación que realizó el exprimer ministro británico, David Cameron, cuando indicó que en Siria hay 70.000 rebeldes moderados fue "excéntrica" porque "no estaba corroborada", según el periodista. En ese momento, noviembre de 2015, el político trataba de obtener la aprobación del Parlamento británico para realizar ataques aéreos en Siria y colaborar con los rebeldes moderados. Sin embargo, en enero el antiguo líder conservador admitió que algunas de esas personas eran "islamistas de una línea relativamente dura".
10. Las intenciones occidentales en Siria son humanitarias, mientras que Rusia actúa por su propio interés
"De hecho, el cambio de régimen en Siria estaba en la agenda de Occidente mucho antes de que tuviera lugar cualquier protesta contra el Gobierno y se remonta, por lo menos, a 2006, cuando Israel acusó a Siria de que su apoyo a Hezbolá le impidió derrotar a esa organización militarizada chiita libanesa en el enfrentamiento que tuvieron durante 33 días", explica el escritor.
"¡Imagínense cómo sería la respuesta norteamericana si Rusia propusiera llevar a cabo un cambio de régimen violento en un país aliado de EE.UU. desde hace mucho tiempo. ¡Podemos estar seguros de que las acciones rusas no serían consideradas como 'egoístas' ni 'humanitarias'!", indica Clark.