"El exсremento del diablo": Cómo administrar la riqueza que genera el petróleo
La revista rusa 'Slon' ha publicado la conferencia que ofreció un profesor de la Nueva Escuela de Economía (Moscú, Rusia), Valery Charnavoki, en la que analizó cómo los países administran la riqueza súbita que obtienen gracias a los ingresos por la venta de petróleo.
Charnavoki recordó que, en 1959, se descubrió gas natural en Groningen (Países Bajos) y comenzó el auge de esa industria, fruto de los millones de dólares en inversiones extranjeras y los ingresos fruto de la exportación.
Ese hecho generó un aumento importante del valor del florín neerlandés en relación con otras monedas europeas pero, a su vez, provocó una disminución de la competitividad de los precios de los productos agrícolas y las industrias no extractivas. Como resultado, en los años 80 la tasa de empleo en esos sectores disminuyó de manera drástica y causó la denominada 'enfermedad neerlandesa'.
La 'enfermedad neerlandesa'
Valery Charnavoki detalla que "las materias primas no duran para siempre" y la forma más sencilla de utilizarlas "es producir bienes manufacturados", pero lograr que el sector industrial vuelva a ser competitivo "no resulta tan sencillo", porque "requiere tecnología y experiencia, que no se pueden adquirir en poco tiempo".
El segundo problema que se asocia con este mal, según Charnavoki, es el reemplazo de la producción industrial por el sector primario, cuyos precios son más volátiles: las cotizaciones del petróleo "pueden pasar de 140 dólares a 20 por barril", pero "los precios de los coches no cambian", mientras que "el valor de los productos agrícolas y alimenticios varía, pero no tanto".
En promedio, los países que disponen de una gran cantidad de recursos naturales crecen más lentamente que los territorios con economías diversificadas y uno de los motivos es que "tienen poca necesidad de invertir en educación, salud e infraestructuras", según explica este especialista.
¿Cómo deshacerse de la maldición?
Este profesor afirma que los países que exportan hidrocarburos podrían crear los llamados fondos soberanos de inversión, que tienen dos objetivos.
El primero sería crear ahorros "para afrontar las épocas en las que disminuyen los ingresos" como consecuencia de la volatilidad de los precios. El segundo sería establecer unos fondos de estabilización, que permiten "equilibrar los presupuestos", aunque su punto débil es que se agotan con rapidez.
Aseguramiento de precios
Charnavoki pone como ejemplo a México. Desde los años 90, este país protege los precios del petróleo con las denominadas opciones en las ventas y en 2015, eso le permitió obtener beneficios ya que, a pesar de que el precio promedio se redujo a 47 dólares por barril, se aseguró recibir 76,4 dólares por cada unidad.
A pesar de que solo había pagado 773 millones de dólares por primas de seguros, México recibió 6.400 millones. No obstante, el experto destaca que este país norteamericano "no asegura todos sus ingresos provenientes de la exportación de petróleo, sino una parte" que, en los últimos años, ronda el 50 %.
La preocupación por el futuro
Como ejemplo de política económica exitosa, este experto menciona a Noruega que, a principios de los años setenta, descubrió yacimientos de petróleo cerca de su costa. En esos momentos, el país no contaba con peritajes propios y carecía de experiencia, con lo cual se asoció con empresas petroleras extranjeras.
Para compartir los ingresos por hidrocarburos, en 1972 Noruega creó la compañía petrolífera estatal Statoil, que participaba al 50 % en todas las licencias para explotar los yacimientos de los mares del Norte, de Noruega y de Barents. Además, su Gobierno se implicó de manera directa y creó un fondo de interés financiero directo del Estado (SDFI, por sus siglas en inglés), que invertía los recursos públicos en proyectos para desarrollar nuevas infraestructuras para el sector.
Hoy en día, la principal fuente de ingresos de Noruega proviene de las firmas petroleras: un impuesto de sociedades (27 %) y otra tasa especial a la industria del petróleo (51 %). Además, en 1992 este país escandinavo creó un fondo de estabilización —más tarde, llamado el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega—, que dirige todos los ingresos fiscales procedentes del petróleo y el gas, y en 2001 introdujo una regla fiscal: gastar solo dinero de los fondos de inversiones, no del fondo de estabilización.
Todas estas medidas gubernamentales ayudaron a resolver la volatilidad de los precios y evitaron la 'enfermedad holandesa', detalla Charnavoki.
El petróleo: camino de perdición
En cuanto a una política económica fallida, este economista se centra en Venezuela, en donde el sector de los hidrcarburos representa el 25 % del PIB y el 95 % de las exportaciones.
En 1935, este país sudamericano se convirtió en un importante exportador de petróleo, después de Estados Unidos. Su economía crecía y cada vez extraía más crudo, pero esto provocó la 'enfermedad holandesa'.
En 1976, Venezuela nacionalizó copletamente la industria del petróleo y, ese mismo año, comenzó a llevar a cabo, sin éxito, un programa para diversificar su economía. El exministro de Minas e Hidrocarburos de Venezuela y uno de los fundadores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Juan Pablo Pérez Alfonzo, vaticinó: "En 10 o 20 años el petróleo nos arruinará, es el excremento del diablo".
En 1998 el país latinoamericano creó el fondo de estabilización y, si bien en los primeros años con Hugo Chávez en el poder alcanzó los 6.000 millones de dólares, Charnavoki indica que Venezuela gastó esa cantidad "rápidamente" y, "aunque todavía existe de manera formal, nadie aporta" debido a que "todo el dinero procedente de las exportaciones de petróleo se gasta en las necesidades actuales del Estado".
Para finalizar, Valery Charnavoki equipara el descubrimiento de grandes yacimientos de petróleo y otras materias primas a la lotería, por los grandes beneficios que genera a un país, pero cita al escritor Miguel de Cervantes: "Al poseedor de las riquezas no le hace dichoso el tenerlas, sino el gastarlas, y no el gastarlas como quiera, sino el saberlas bien gastar".