Siria en la ONU: Terroristas preparan un ataque químico para luego culpar al Gobierno

Bashar Jaafari, representante del Gobierno de Siria ante la ONU, ha arremetido contra EE.UU., el Reino Unido y Francia, países que convocaron la reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, informa TASS. "No es la primera vez que han afectado los esfuerzos para una solución pacífica del conflicto en Siria, supuestamente atacando sin intención las posiciones del Ejército sirio", declaró el diplomático.

Plan de un ataque químico contra la población civil

Jaafari afirma, que los combatientes de la coalición Ahrar ash-Sham —aliados con el Frente Al Nusra— planean un ataque con armas químicas. Indicó que "cuenta con información" de que los terroristas planean utilizar "fósforo blanco contra la población civil y luego inculpar al Gobierno sirio y al Ejército". Para ello, los extremistas se vestirían como soldados del Ejército sirio y lo grabarían en video.+

Asimismo, acusó a los terroristas de bloquear a los civiles en la salida de Alepo y usarlos como escudos humanos.
Además, el diplomático sirio denunció que recientemente varios expertos estadounidenses asistieron al depósito donde los terroristas almacenan los químicos en la ciudad de Saraqib, y abandonaron el país utilizando la frontera con Turquía. "Nuestro país es acusado de utilizar armamento prohibido, pero resalto que todas las operaciones del Ejército de Siria y sus aliados están de acuerdo con lo establecido por la ONU y los estándares internacionales", declaró Jaafari.

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Las denuncias contra Occidente

El diplomático sirio señaló que Damasco ha tomado la firme decisión de no ceder un solo centímetro de su tierra. "Francia puede independizar a Córcega, el Reino Unido puede separarse de Escocia, España dejar salir al País Vasco y Estados Unidos a Texas. Pero Siria no está dispuesta a entregar ni un palmo de su tierra", aseguró.

Denunció que el solo hecho de convocar a la reunión urgente del Consejo de Seguridad es una "señal para los terroristas, que son llamados ‘la oposición moderada’", "un apoyo político y la intención de continuar con el soporte a dichas fuerzas". Según Jaafari, acusar a Damasco de cometer atrocidades en contra de su pueblo es una señal clara de que Occidente intenta "lanzar polvo en los ojos" y "enfocar la opinión pública en contra del gobierno legalmente electo en Siria".