Los búnkeres suizos son cada vez más populares entre los multimillonarios estadounidenses que quieren mantener sus activos en secreto, informa Bloomberg. Situados en zonas remotas de los Alpes, estas antiguas instalaciones militares sirven de almacén de oro para algunas de las personas más ricas del planeta.
En 2010 las autoridades de EE.UU. adoptaron la Ley de cumplimiento tributario de cuentas en el extranjero (FATCA por sus siglas en inglés), según la cual todos los bancos del mundo están obligados a proporcionar al Gobierno de EE.UU. los datos sobre los clientes estadounidenses. Como consecuencia, los bancos suizos tienen ahora que ser más escrupulosos con los depósitos de sus clientes.
La nueva legislación provocó un 'boom' en la venta de búnkeres en Suiza. Estos almacenes no están sujetos a la mencionada ley a pesar de contar con medidas de seguridad como puertas blindadas y sistemas de reconocimiento de iris y estar vigilados por personal armado. De este modo, los búnkeres secretos localizados en las montañas pueden almacenar cualquier tipo de valores sin que su contenido deba ser notificado al Servicio de Impuestos Internos de EE.UU.
Varios centenares de búnkeres del Ejército suizo fueron comprados y convertidos en almacenes de oro por parte de empresarios. Las autoridades suizas participaron activamente en las investigaciones de los escándalos de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) de 2015 y de la compañía petrolera Petrobras, lo que fue otro factor que causó el auge en la venta de búnkeres.
"El comercio de oro tiene un papel importante en la economía suiza", comenta el exagente especial del Departamento del Tesoro de EE.UU. y autor de muchos libros sobre el lavado de dinero, John Cassara. "No me sorprende que las autoridades no apliquen medidas más eficientes para supervisar la situación. Los poderes fácticos no quieren meterse en esto", añade.