"La mutua dependencia de México y EE.UU. no se acaba con un muro"
"Podemos tener un gran y hermoso muro y detendremos el crimen y el narcotráfico (…) y México costeará el muro (…) México no lo sabe aún, pero pagará el muro al 100%". Con estas declaraciones, el magnate estadounidense y candidato republicano a la presidencia ha vuelto a calentar el debate sobre las relaciones bilaterales.
Y la advertencia no ha quedado ahí: Trump promete deportar a 11 millones de indocumentados, cifra que puede dar una medida de lo permeable que resulta aquella línea divisoria si se tiene en cuenta que para 2014 se estimaban en 11,3 millones los inmigrantes ilegales en EE.UU.
La frontera actual entre ambos países tiene una extensión de 3.185 kilómetros y en su trazado toca a cuatro provincias estadounidenses y a seis estados mexicanos. Algunas estimaciones cuantifican en 250 el número emigrantes de nacionalidad mexicana que muere cada año tratando de llegar al territorio estadounidense.
Se trata, pues, de una zona de intercambio (comercial y cultural) muy agitada que presenta, según un estudio, la mayor cantidad de cruces legales en el mundo (50,23 millones de cruces peatonales) y, al mismo tiempo, el mayor número de pasos ilegales (casi 12 millones).
En estos momentos el muro levantado durante el mandato de George W. Bush tiene varios tramos discontinuos que suman 1.050 kilómetros de frontera, algo así como el 33,3% del total. Desde su edificación, unas 6.000 personas han fallecido en su intento de alcanzar el sueño americano.
Teniendo en cuenta estas cifras, "es muy difícil imaginar" que se quiera erigir o ampliar el muro fronterizo para que ello afecte a la relación comercial, explica a RT Sergio Arelovich, profesor titular de Teoría Económica en la Universidad Nacional de Rosario (Argentina).
En los últimos años, expone el académico, pueden apreciarse "enormes turbulencias que mueven a la economía mundial". "Presenciamos un proceso de transformaciones importantes a partir de la aplicación del Nafta, la nueva división internacional del trabajo, pero, sobre todo, desde el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001", precisa Arelovich.
Dólares fronterizos
Al analizar los números de la balanza comercial entre México y EE.UU, resulta evidente que la crisis mundial ha afectado al saldo final entre ambos países.
Durante el año 2015, "México y EE.UU. comerciaron 531.118 millones de dólares, una reducción de 3.200 millones de dólares respecto a 2014 (…) Las exportaciones estadounidenses hacia México sumaron 236.377 millones de dólares, mientras que las exportaciones mexicanas totalizaron 294.741 millones de dólares", constata un reporte financiero.
Esto no deja de ser llamativo para quienes creen que el destino de México dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o Nafta en inglés) es convertirse en una gran maquiladora.
Sin embargo, China entró en juego en la región llevándose a su territorio "los trabajos de altos procesos", pero también es cierto que además de las maquiladoras instaladas a pocos metros de la frontera, algunas actividades económicas, sobre todo en áreas de tecnología, se trasladaron a territorio mexicano", agrega el académico argentino.
El plan
A juicio de Sergio Arelovich, dentro del Partido Republicano existen dos corrientes enfrentadas con relación al Nafta. "Están los que abogan por cerrarlo (el acuerdo) y otros que hablan de sustituirlo por una estrategia de tratados bilaterales de inversión como en el caso del acuerdo del Pacífico", explica.
Hasta pasadas las elecciones en EE.UU. lo mejor es la prudencia, opina el profesor Arelovich: "Habrá que ver cuál es el plan no verbalizado por Trump. Lo de ampliar el muro es lo que dice públicamente, pero de seguro hay muchos elementos que desconocemos. Además, México ve crecer su propia crisis interna y, en este caso, el muro pudiera representar la visión que tiene EE.UU. sobre lo que pueda pasar en suelo mexicano como desenlace de la crisis".
Mutua necesidad
Con todo, no solo México aporta mano de obra barata a EE.UU., sino que desde el lado norte de la frontera se reciben remesas en dólares que significan buena parte de la economía mexicana.
"Más de 20.000 millones de dólares ingresan a México por concepto de remesas. Tan significativas resultan que el Banco Central mexicano hace un seguimiento del destino, estado por estado, de esos dólares. La mutua dependencia de México y EE.UU. no se acaba con un muro", señala Arelovich.
Un reporte publicado por el diario 'La Opinión' indica que desde enero a julio de este año se reportaron remesas por un monto de "14.308 millones de dólares, mientras Petróleos Mexicanos en plena mudanza hacia la inversión privada sumó 12.176 millones de dólares en el mismo período".
Entretanto, "las cifras al cierre del año 2014" dan cuenta de que las remesas sumaron "23.606,8 millones de dólares. Medida en tasa anual, esta cifra resulta superior en un 7,8% a la registrada en 2013".
Expectativas
Si EE.UU. decide cercar completamente la frontera con México o modificar el esquema del Nafta, es un asunto que solo podrá saberse luego de las elecciones presidenciales.
Para este académico "siempre resulta intrigante conocer cuáles son los efectos reales que esas decisiones puedan tener a lo interno de la sociedad o sobre la economía".
No obstante, los datos disponibles no auguran un mejor panorama al comercio mundial. Arelovich enumera desde el 2001 en adelante varios momentos clave: "Ingresa China a la OMC, ocurre el ataque a las Torres Gemelas y se sucede un realineamiento estratégico de EE.UU. De 2003 a 2008 se registra un crecimiento de la tasa del comercio exterior y se produce una acumulación de capital a nivel global. Pero en 2009 se viene la quiebra de Lehman Brothers (y sus consecuencias a escala global), en 2010 y 2011 hubo un ligero crecimiento y luego el estancamiento de 2012. En 2015 el comercio exterior cayó 15% con respecto al 2014 y volverá a pasar en 2016".
En este escenario, EE.UU. podría modificar los criterios y reforzar el Nafta, pero "son muy bruscos los cambios en la economía global como para aventurarse a hacer predicciones", augura el docente, sobre qué hará el Gobierno de Washington.
¿Qué otras cosas cambiarán en México con un muro mucho más grande? El profesor Arelovich responde: "No sé qué cosa nueva agregaría a una situación que ya es grave".
Ernesto J. Navarro