EE.UU. presenta a Siria nuevas exigencias sobre sustancias químicas
Washington ha elaborado un proyecto de resolución sobre Siria que obliga a Damasco a destruir todas sus existencias de cloro y otras sustancias tóxicas, según informa 'Foreign Policy'. El documento está dedicado a la publicación del informe del Mecanismo Conjunto de Investigación (MCI) sobre armas químicas en Siria, creado por Naciones Unidas y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
En el artículo se dice que las autoridades estadounidenses "toman medidas para detener el uso de las armas químicas por parte de Siria" y han difundido el proyecto de la resolución directamente en la OPAQ, exigiendo que Damasco "destruya sus existencias de cloro y otras sustancias industriales tóxicas". Según la resolución, Siria se verá obligada a declarar qué cantidades posee de una serie de productos químicos en un plazo de 30 días, así como a publicar información sobre sus reservas de armas que podrían usar cloro.
Según el texto citado por 'Foreign Policy', Siria perderá su derecho de voto en la OPAQ; además, los representantes del país no podrán ocupar altos cargos en el organismo ni acceder a su sede en La Haya. En realidad, el papel del país en la organización se verá prácticamente reducido al de mero observador.
Aunque el Consejo Ejecutivo de la OPAQ habitualmente toma las decisiones por unanimidad, esta vez EE.UU. y sus aliados europeos consideran la posibilidad de llevar a cabo una votación, explica la revista. Para aprobar la resolución, Washington necesita el apoyo de 28 de los 41 países que forman parte del Consejo Ejecutivo o dos tercios del número total de miembros de la organización. La iniciativa estadounidense fue apoyada por el Reino Unido, Alemania, Francia y otros países.
El informe del Mecanismo Conjunto de Investigación (MCI) sobre armas químicas en Siria, creado por Naciones Unidas y la OPAQ, fue presentado a las delegaciones de los países miembros del Consejo de Seguridad en agosto de 2016. Los autores del informe atribuyeron dos ataques químicos al Ejército de Siria y un caso más al Estado Islámico.
El embajador permanente de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, admitió que las pruebas que apuntan a las fuerzas gubernamentales como implicadas en aquellos ataques podrían haber sido falsificadas por la oposición armada o las organizaciones terroristas. Las conclusiones "provocan serias dudas" a la delegación rusa, dijo Churkin en una reunión del Consejo de Seguridad. Además, el informe "no contiene nombres, nada específico ni las huellas dactilares".