"Creo que la situación general actual es muy mala, probablemente la peor desde el año 1973", declaró el embajador permanente de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, en una entrevista con la agencia AP refiriéndose a las tensas relaciones entre Washington y Moscú.
Según la agencia TASS, el diplomático mencionó 1973 porque en octubre de ese año Egipto y Siria atacaron repentinamente al Ejército de Israel. Aquella cuarta guerra árabe-israelí, conocida como la guerra de Yom Kipur, duró solo 18 días pero estuvo a punto de provocar un conflicto directo entre EE.UU., que respaldaba a Israel, y la Unión Soviética, que prestaba ayuda a los países árabes.
Entre las características de la situación actual, el diplomático destacó "una especie de falta de respeto básico y la falta de un debate en profundidad sobre los asuntos políticos".
Breve repaso de provocaciones y desacuerdos
El mundo ha llegado a este punto a través de una "cadena de acontecimientos", dijo Churkin. El eslabón inicial fue la decisión de EE.UU. y la OTAN de construir su sistema de seguridad "a costa de Rusia". Eso implicó una expansión de la Alianza hacia el Este acompañada por la absorción de los países del antiguo Tratado de Varsovia. Churkin mencionó también la salida de EE.UU. del tratado sobre misiles antibalísticos en 2001 como un paso contraproducente.
Calificó de "muy grave provocación" la decisión, adoptada en la cumbre de la Alianza en 2008, de iniciar la incorporación de Georgia y Ucrania. Sin embargo el momento crucial llegó en 2014, cuando se produjo un golpe de Estado en Ucrania y el posterior conflicto en Donbass.
El derecho a veto previene que EE.UU. apruebe resoluciones en serie
Vitali Churkin explicó por qué su país se opone a la suspensión del derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, reservado para los miembros permanentes. "En el mundo en que vivimos EE.UU. y sus aliados casi siempre cuentan con nueve votos para adoptar cualquier resolución —dijo—. Por eso sin el derecho a veto podrían poner sobre la mesa una resolución tras otra y timbrarlas".
La cuestión del uso del derecho a veto se planteó en la ONU el pasado 4 de octubre, cuando el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el jordano Zeid Raad al Hussein, propuso restringirlo para poder estudiar la situación en Siria en el Tribunal Internacional de La Haya. En aquel entonces Churkin respondió que el comisionado no tenía atribuciones suficientes para presentar ante la organización medidas de este tipo.
Rusia espera una mejora con un nuevo Gobierno en EE.UU.
Rusia y EE.UU. siguen trabajando "pese a las serias fricciones y divergencias que tenemos, como en la cuestión Siria". Churkin citó varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el conflicto sirio y el pacto nuclear con Irán a modo de ejemplos de cómo esta colaboración funciona "a veces bastante bien".
Vitali Churkin destacó que Moscú quiere mejorar las relaciones con Washington y espera que esto sea posible después de las elecciones en EE.UU., bajo una nueva Administración. Al mismo tiempo, el diplomático afirmó que si Barack Obama pudiera permanecer en el cargo (algo que las leyes de EE.UU. prohíben) ambos países tendrían que intentar "volver a normalizar las relaciones" incluso dentro de su mandato.