Uno de los principales hitos de la administración de Barack Obama ha sido el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba. Sin embargo, aún queda mucho trabajo en el proceso del deshielo, y es difícil predecir cómo será el acercamiento entre La Habana y Washington después de las elecciones que se celebran este martes.
De los aspirantes a la Casa Blanca, Hillary Clinton y Donald Trump, ¿cuál sería la mejor opción para el deshielo entre Cuba y Estados Unidos?
Cabe destacar, que ambos candidatos han comentado el restablecimiento de relaciones y las medidas que tomarían si llegan a la Presidencia, ya sea vía Twitter o a través de discursos públicos.
¿Qué futuro ve el aspirante republicano?
En ocasiones, Trump se ha mostrado públicamente de acuerdo con el fin del bloqueo, aseguró que Cuba tenía cierto potencial y que hasta consideraría abrir uno de sus hoteles en la isla.
Sin embargo, durante un debate en Miami usó términos más duros: "Querría alcanzar un acuerdo fuerte y bueno, porque ahora mismo, todos los aspectos de este acuerdo favorecen a Cuba".
La postura de Clinton
Por su parte, Hillary Clinton se muestra inclinada a continuar la línea de Obama, aunque sea a su manera.
"Hemos llegado a un momento decisivo. El pueblo cubano ha esperado lo suficiente para un cambio. El embargo tiene que acabar de una vez por todas y deberíamos reemplazarlo por una estrategia más inteligente", afirmó la candidata demócrata en uno de sus comentarios.
¿Y los expertos?
En Cuba, muchos expertos consideran que las posiciones de ambos candidatos a favor o en contra de la nueva política hacia la isla no responden a principios morales, sino a un pragmatismo electoral y a un consenso dentro del 'establishment' sobre el tema.
"De ser cierta esta interpretación, lo mismo con un (presidente del) Partido Demócrata que con uno republicano, con sus diferencias de estilos, ritmos y propósitos, pareciera que la tendencia es que este proceso se haga irreversible. A Estados Unidos le conviene un mejoramiento de las relaciones con Cuba", opina el politólogo Jorge Hernández.
Además, analistas aseguran que el deshielo con La Habana será el gran legado en política exterior de Barack Obama, no obstante, su sucesor tendrá una larga lista de temas pendientes que la isla considera prioritarios, como Guantánamo, el financiamiento a los opositores internos o las trasmisiones de Radio y TV Martí. El próximo presidente tendrá que demostrar hasta qué punto Washington está comprometido con este proceso y cuáles son sus verdaderos objetivos.