Tras imponerse a su rival demócrata Hillary Clinton, Donald Trump ha ganado la larga y tensa batalla por la presidencia de Estados Unidos. Qué le depara al mundo la reciente elección de los estadounidenses y cómo cambiará la política de Washington son las principales preguntas que deja el resultado de esta jornada electoral.
La economía estadounidense
El plan económico del magnate incluye acabar con las lagunas de evasión de impuestos, introducir recortes fiscales para las familias, reducir los impuestos para las empresas y garantizar que los impuestos no perjudiquen a los negocios. Con lo que él llama la mayor "revolución fiscal" desde los tiempos de Ronald Reagan, Trump pretende además crear 25 millones de puestos de trabajo y reformar los acuerdos comerciales "defectuosos", como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés).
El analista de Forbes Thomas Del Beccaro ve los planes del magnate en el ámbito económico desde una perspectiva positiva y sostiene que en caso de que se implementen sus reformas "la economía mejorará en comparación con su estado actual" y "el sector privado experimentará un crecimiento más rápido". Al mismo tiempo, tampoco descarta la posibilidad de que Trump inicie una "guerra comercial que dividirá la nación y golpeará la economía". En lo que concierne al mercado de valores, Del Beccaro indica que el "amplio crecimiento podría llevar a un menor crecimiento del mercado".
El futuro del dólar estadounidense tampoco está claro. Expertos sostienen que la moneda podría experimentar una caída. Según explica Scott Petruska, asesor principal de SVB Financial Group, la sexta entidad financiera más precisa a la hora de dar pronósticos de cotizaciones, los mercados de divisas "no están posicionados para la victoria de Trump, por lo cual puede haber ventas de dólares y compras de divisas seguras movidas por el pánico", informa Bloomberg.
La política interior
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca es probable que las políticas iniciadas por la Administración de Barack Obama experimenten cambios drásticos. En ese sentido el candidato por el Partido Republicano ya se ha pronunciado en contra de la reforma sanitaria de Obama, conocida como Obamacare, y expresó su voluntad de derogarla.
Uno de los puntos más preocupantes sigue siendo la política migratoria, que puede afectar a la comunidad musulmana del país y a los latinoamericanos asentados en EE.UU., y que hace temer deportaciones masivas. Trump dejó clara su intención de deportar a más de 11 millones de indocumentados, la mayoría de ellos mexicanos, y también manifestó en más de una ocasión su deseo de impedir la entrada al país a los musulmanes como forma de evitar el terrorismo.
La política exterior
Con la llegada de nuevas tendencias políticas a la Casa Blanca algunos temen la escalada de tensiones, mientras que los partidarios de Trump elogian al magnate por ser franco y por su promesa de hacer que EE.UU. vuelva a ser grande.
- La lucha antiterrorista en Siria
Trump se ha comprometido a ejecutar cambios directos en la situación que se vive actualmente en el conflicto sirio y planea intensificar la lucha contra el Estado Islámico.
En sus planes entran la cooperación con los aliados en Oriente Medio, las operaciones militares contra las posiciones del EI y la cooperación internacional para cortar las fuentes de financiación de los terroristas. Trump también buscará aumentar la cooperación para compartir información de inteligencia y planea llevar a cabo una guerra cibernética "con el fin de desbaratar y bloquear la propaganda y reclutamiento" de los extremistas.
Entretanto algunos analistas temen que la futura política de Washington en la región traiga más destrucción a Oriente Medio. "La idea de que están en guerra con los combatientes islámicos en la región significa que [Trump] no será tímido a la hora de usar la fuerza militar estadounidense en la región", señala el profesor de historia de la Escuela de Servicio Exterior de la Universidad de Georgetown (Catar), Abdullah Al Arian, a Al Jazeera. "EE.UU. básicamente ha perpetrado bombardeos y ataques con drones por todo el mundo a voluntad, todo en nombre de la lucha contra el terrorismo", ha precisado.
- Relaciones con Rusia
Donald Trump ha repetido en numerosas ocasiones que podría llevarse bien con Vladímir Putin, aunque ha subrayado también que no conoce al presidente de Rusia y no sabe qué pasará en el futuro. Sus declaraciones a favor de mejorar las relaciones con Rusia y sus críticas a la Administración de Obama por no negociar con Putin generaron acusaciones en su contra debido a sus presuntos vínculos con el Kremlin.
Las supuestas conexiones de Trump con las autoridades rusas dieron inicio a una amplia investigación del FBI que, por su parte, no encontró vínculos definitivos entre el candidato republicano y el Gobierno ruso.
El argumento de que Trump era el favorito de Moscú en las elecciones estadounidenses fue tachado por el presidente ruso de "disparate total y delirio". "A nosotros nos da igual quién será el presidente de EE.UU., pero no podemos dejar de dar la bienvenida a la declaración [de Trump] de intentar reconstruir las relaciones con Rusia", aclaró Putin, quien hizo hincapié en que Moscú trabajará con cualquier inquilino de la Casa Blanca, "sea quien sea".
- Relaciones con México
Las propuestas de acabar con el NAFTA, que afectaría a numerosas empresas cuyos negocios están vinculados con México, establecer aranceles punitivos a las exportaciones de automóviles, deportar a más de 11 millones de inmigrantes indocumentados y construir un muro fronterizo a expensas de México, podrían golpear duramente la economía del vecino del sur.
Agustín Carstens, presidente del Banco Central de México, comparó la victoria de Trump con un "huracán" para el país, que exporta más del 80% de sus bienes al norte de su frontera. Por ello, el Gobierno lleva trabajando varios meses el desarrollo de su propio 'muro' financiero, un plan de contingencia que mitigue las consecuencias de la victoria del republicano, aunque todavía no ha anunciado ninguna medida concreta.
En el contexto de los resultados del candidato republicano a la Presidencia de EE.UU. el tipo de cambio del peso mexicano ya ha perdido un 8% de su valor. En unos pocos minutos, la moneda mexicana ha bajado de 18,20 a 19,80 pesos frente al dólar estadounidense lo que, según apunta 'The Financial Times', constituye la mayor caída de la divisa mexicana desde la crisis de devaluación de 1994.