"El nuevo acuerdo, fortalecido con los aportes ciudadanos, será divulgado ampliamente a partir de mañana", ha señalado el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en su discurso ante la nación sobre el nuevo acuerdo de paz firmado por los equipos negociadores del Gobierno y las FARC.
"Quisimos recoger las propuestas de los colombianos para lograr un nuevo, un mejor acuerdo de paz con las FARC", ha destacado el mandatario, asegurando que los negociadores han logrado "precisiones, ajustes y cambios en 56 de los 57 temas abordados".
Refiriéndose a uno de los asuntos más polémicos en el acuerdo, Santos ha aclarado que las FARC tendrán que declarar y entregar sus bienes y recursos financieros. "Todos sus bienes se usarán para reparar a las víctimas", dijo.
Durante su intervención el mandatario también ha tocado el problema de las drogas. "El nuevo acuerdo obliga a todos los que se presenten a la Justicia especial de Paz a entregar toda la información relacionada con el narcotráfico de manera exhaustiva y detallada para atribuir responsabilidades", especificó.
En cuanto a otra preocupación compartida por muchos colombianos, el presidente ha puesto énfasis en las modificaciones hechas para "garantizar que la llamada 'ideología de género' no esté presente" en el acuerdo de paz. Las mujeres serán tratadas "con prioridad" y sus derechos como víctimas estarán "totalmente protegidos", ha afirmado.
El único punto donde no se logró avanzar es en la participación de los jefes guerrilleros en las elecciones, informó Santos. "Las FARC tienen un origen político y su intención hacia el futuro es poder hacer política sin armas", declaró, afirmando que los guerrilleros "podrán ser elegidos", pero no tendrán cargos en el Gobierno.
Desde La Habana hasta Cartagena
El Gobierno de Colombia y las FARC firmaron el pasado 26 de septiembre en Cartagena el acuerdo de paz que cerraron en agosto tras casi cuatro años de negociaciones en La Habana para poner fin al conflicto armado.
Sin embargo, tras el fracaso del plebiscito del 2 de octubre para respaldar el texto del acuerdo, las partes se vieron obligadas a volver a la mesa de negociaciones. Se espera que el nuevo acuerdo de paz satisfaga a los grupos que rechazaron el pacto inicial y se pueda poner fin a la guerrilla más antigua de América.