¿Preocupación en Bruselas? Lo que dejó la conversación entre Trump y Putin
La conversación telefónica entre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, parece que marca una "nueva era" en las relaciones rusoestadounidenses y ha causado "pánico" entre los líderes de la UE, según un artículo del diario británico 'The Daily Express'.
Según la publicación, dicha llamada telefónica, en la que el republicano se comprometió a trabajar más estrechamente con el mandatario ruso en los asuntos mundiales, presagia "un deshielo significativo" en la relación entre EE.UU. y Rusia que "conmociona" a Bruselas.
- Durante la conversación, ambos líderes se comprometieron a trabajar de manera conjunta para mejorar las relaciones entre las dos superpotencias.
- Además, coincidieron en la importancia de unir esfuerzos para combatir a los principales enemigos que tienen en común: el terrorismo internacional y el extremismo.
"Un intento desesperado de parecer relevantes"
El autor del artículo, Patrick Christys, constata que los líderes de la Unión Europea han pasado la semana "atacando ciegamente" al presidente electo de EE.UU. "en un intento desesperado de parecer relevantes" para su nueva administración. Así, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, llegó a declarar que la elección del magnate "amenaza a la seguridad global".
En este sentido, el periodista británico estima que la conversación de esta noche entre los líderes de las dos grandes potencias, "que aparentemente fue cálida y conciliadora", solo aumentará sus temores de que Bruselas "quede al margen del nuevo Gobierno estadounidense".
En opinión de Christys, una estrecha relación entre Rusia y EE.UU. "podría significar problemas" para la Unión Europea, y si Trump reconociera oficialmente la reunificación de Crimea a Rusia, las relaciones entre Washington y la UE "se agriarían aún más".
Además, el analista señala que tanto Putin como Trump parecen "aliados en su odio" contra el Estado Islámico. Su promesa de trabajar juntos para combatir el terrorismo yihadista podría llevar a la creación de una fuerza aliada de Rusia y EE.UU. que luche contra el EI en Siria.
Otras reacciones
El domingo, la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, anunció que Bruselas seguirá sus propias políticas en cuanto a Rusia —sobre todo en las cuestiones relacionadas con Crimea y Ucrania— aunque la nueva administración estadounidense tome un rumbo diferente al de Obama en las relaciones con Moscú.
Además, destacó la necesidad de que los europeos "fortalezcan su agenda de defensa y seguridad y su cooperación, independientemente de los cambios en la administración de EE.UU".
Los contactos amistosos entre Moscú y Washington preocupan también al Reino Unido. Un telegrama del embajador británico en EE.UU. Kim Darroch, al que tuvo acceso 'The Sunday Times', revela que los diplomáticos británicos ya han sentado las bases para intentar guiar la política exterior del presidente electo de EE.UU. de una manera más favorable para Londres, mientras que sugiere que hay que aprovechar la apertura de Trump a la "influencia exterior" para favorecer los intereses del Reino Unido.
Según las fuentes de este periódico, altos cargos militares y de inteligencia británicos están desarrollando planes para influir en la nueva administración de EE.UU. en cuestiones como la OTAN, Irán, Rusia y en temas relacionados con la inmigración.