El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha concedido una entrevista este domingo a la cadena de televisión estadounidense Fox, en la que ha dudado de que el cambio climático exista de verdad. "Nadie sabe a ciencia cierta si es real", afirmó en el programa Fox News Sunday.
Trump declaró que valora la posibilidad de que EE.UU. abandone el Acuerdo de París alcanzado el año pasado, porque no quiere que "ese acuerdo ponga al país en una posición de desventaja competitiva con respecto a otros países".
La mayoría de la comunidad científica afirma que el cambio climático es real y que la actividad humana contribuye a su aceleración, aunque hay una minoría de instituciones, como el Instituto Heartland o el Instituto para la Investigación de la Energía (IER, por sus siglas en inglés), que niegan que este proceso de calentamiento global exista o se deba a la acción del ser humano.
Durante la campaña electoral, Trump proclamó en repetidas ocasiones que el cambio climático era una "farsa china". Sin embargo, en las últimas semanas ha mostrado un creciente interés sobre el tema y se ha reunido con reconocidos defensores de la lucha contra el cambio climático, como el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, o el popular actor Leonardo DiCaprio.
Los colaboradores de Trump
De todas formas, decisiones como elegir a Scott Pruit para ocupar la dirección de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés) dejan intuir cuál es la posición del presidente electo. Pruitt es un reconocido escéptico del cambio climático, que en el pasado ha llegado incluso a emprender acciones legales contra el organismo que presidirá.
Trump ha defendido la elección de Pruitt alegando que la Agencia de Protección Ambiental cercena las inversiones en el país por las numerosas regulaciones que impone y espera que el futuro director de la agencia ayude a reducir la legislación.
Las personas elegidas por Trump para muchas de las secretarías y direcciones de agencias, son personas completamente opuestas a las políticas que sus respectivas instituciones han llevado a cabo en los últimos años. Mike Pompeo, miembro del Tea Party, muy crítico con la administración Obama en temas de seguridad nacional, dirigirá la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés). Mientras, el senador republicano, Jeff Sessions, partidario de la construcción del muro en la frontera con México y de endurecer las políticas de inmigración, será el próximo fiscal general.
Al ser preguntado si pretendía demoler el legado del presidente saliente, Barack Obama, Trump respondió "No, eso no es lo que quiero. Simplemente quiero hacer lo que es correcto".