Varios representantes de "alto rango" de las agencias de seguridad estadounidenses no identificados creen "con una alta probabilidad" que el presidente ruso Vladímir Putin "participó personalmente" en una operación para interferir en las elecciones presidenciales de EE.UU. Así lo ha informado el canal estadounidense NBC.
Según un reportaje de la cadena, la información fue obtenida de "fuentes diplomáticas y espías que trabajan para los aliados de EE.UU.". ¿La razón? Una aparente venganza a la candidata demócrata Hillary Clinton y el deseo de demostrar al mundo la corrupción que envuelve a la política estadounidense.
Con ello, continúa el reporte de la NBC, Rusia lograría "dividir a los aliados, haciéndoles creer que no pueden confiar más en EE.UU. y mostrándolo como un líder mundial poco creíble".
Estas acusaciones se han venido observando en reiterados medios de comunicación durante los últimos días y han provocado diversas reacciones y debates en importantes medios informativos, así como una ola de burlas de los usuarios de las redes sociales.
En octubre de 2016, la organización WikiLeaks publicó más de 50.000 correos electrónicos del jefe de campaña de la candidata demócrata Hillary Clinton que revelan las prácticas internas de su equipo de trabajo. Varios medios de comunicación de EE.UU. acusaron a 'hackers' rusos de perpetrar los ataques informáticos a los servidores de correos electrónicos de los demócratas. Moscú ha tildado a estas acusaciones como "totalmente infundadas, que se basan en nada y no proporcionan ningún dato que las avale".