El embajador ruso en Turquía, Andréi Kárlov, quien fue asesinado este lunes en la capital turca, hizo todo para que la crisis en las relaciones entre Moscú y Ankara, tras el derribo por parte de Turquía del cazabombardero ruso Su-24 en Siria, fuera superada, comentó la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, citada por la agencia RIA Novosti.
"El embajador Kárlov, quien trabajó durante muchos años en Turquía, contribuyó personalmente al desarrollo de relaciones bilaterales con Ankara. Él hizo todo lo posible para que la crisis en los nexos bilaterales provocada por los trágicos sucesos que habían tenido lugar hace un año fueran superadas tras las consiguientes excusas de la parte turca", señaló la funcionaria.
"Para nosotros es una gran pérdida, pero es una pérdida para todo el mundo, debido a que en los últimos años la labor de nuestro embajador se concentraba en contribuir a la normalización de la crisis siria y en la estabilidad de la región. Él sabía que la estabilidad en la región es una parte muy importante de la estabilidad global", agregó Zajárova.