Analistas brasileños advirtieron sobre el oscuro panorama que atraviesan el Gobierno de Brasil y la alicaída economía de un país que, no hace muchos años, se había convertido en una de las potencias emergentes más importantes del mundo.
Esa situación dejó paso a una contracción económica que se repite y que parece no tener solución a corto plazo. Según analizó Reuters, la posibilidad de impulsar el crecimiento de la economía depende principalmente de una reforma al sistema de pensiones, lo que derivaría en un creciente descontento popular, similar al provocado por el congelamiento del gasto público durante 20 años que impulsó el presidente Michel Temer.
En caso de que progresara la iniciativa que afecta a las pensiones, se estima que daría un espaldarazo al Banco Central para acelerar la bajada de las tasas de interés -que en la actualidad se ubican en 13,75%- que, con cada recorte de 0,25, genera un crecimiento económico de 0,1. No obstante, la coyuntura actual podría limitar esa mejora.
Esto está en línea con la corrección a la baja de la proyección económica para el año próximo que, según la encuesta Focus que elabora el Banco Central brasileño, sería del 0,58%. Por su parte, en el 2016, el PIB brasileño se reduciría más de tres puntos por segundo año seguido.
"El 2017 será un año complicado y es difícil imaginar que la economía salga del lugar en el que está ahora", señaló Monica de Bolle, del Instituto Peterson de Economía Internacional.
La corrupción, presente
Reuters también evaluó cómo el panorama brasileño está marcado por la corrupción política que llevó a que el Gobierno que asumió hace solo unos meses ya haya perdido a varios de sus ministros por estar involucrados en causas delictivas.
Esta inestabilidad gubernamental, agravada por la crisis económica, derivó en continuos reclamos de renuncia de Temer y de una convocatoria a elecciones, sin esperar a los comicios previstos para el 2018.
"La crisis económica y política se han estado retroalimentando. El Gobierno no ha sido capaz de romper ese ciclo", resumió el analista político Carlos Melo, del Instituto Insper.