Durante una entrevista televisiva que ha concedido este jueves, el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha asegurado que "la mayoría de los embajadores de Estados Unidos" no son profesionales, sino "espías vinculados a la CIA", informa Reuters.
Duterte, que se ha hecho eco de un informe mediático sobre un presunto complot estadounidense, ha precisado que el enviado de Washington a Manila "es el espía número uno" y su objetivo es deponer al Gobierno filipino.
El mandatario, conocido por sus declaraciones sonadas, ha asegurado: "Podréis derrocarme, pero os pegaré un soplamocos".
Labor subversiva
Este martes, el diario 'The Manila Times' publicó que el antiguo embajador de EE.UU. en Filipinas, Philip Goldberg, elaboró una estrategia para derrocar a Duterte. Sin embargo, el Departamento de Estado norteamericano calificó la acusación como "falsa".
Rodrigo Duterte ha expresado su desprecio por Goldberg en repetidas ocasiones. Por ejemplo, en agosto le definió como "gay hijo de puta".
En 2008, Philip Goldberg fue expulsado de Bolivia por el presidente Evo Morales, quien acusó al diplomático de apoyar a la derecha del país y orquestar protestas callejeras.