Todo lo que hay que saber sobre las últimas sanciones de Obama a la diplomacia rusa

Por decisión del presidente Barack Obama, 35 diplomáticos rusos fueron expulsados de EE.UU. y dos 'centros de espionaje' en territorio norteamericano han sido cerrados. ¿Cuáles serán las reacciones y las implicaciones de estas decisiones?

La Oficina de Prensa de la Casa Blanca anunció este jueves la decisión del presidente Barack Obama de emitir sanciones a una serie de personas y organismos que estarían supuestamente implicados en llevar a cabo ciberataques para influir en las elecciones presidenciales estadounidenses:

Las reacciones a la decisión de EE.UU.

Rusia respondió a la decisión del presidente estadounidense a través de los representantes oficiales de su diplomacia:

Asimismo, Kellyanne Conway, consejera del presidente electo de EE.UU., aseguró que las nuevas sanciones contra Rusia podrían ir destinadas a "arrinconar" a Trump. "Las transiciones pacíficas no funcionan así en esta democracia", lamentó Conway, que aseguró que "todo lo que hemos estado oyendo durante las elecciones fue: 'Rusia, Rusia, Rusia'".

La decisión del presidente ruso

Vladímir Putin dio a conocer su decisión respecto al tema. En declaraciones brindadas este viernes, aseguró: "no vamos a rebajarnos a una diplomacia 'de cocina' e irresponsable" y añadió que "las acciones de EE.UU. no solo afectan a nuestras relaciones bilaterales, sino al mundo entero".

Aseguró que Rusia no va a expulsar a ningún diplomático estadounidense. "No vamos a expulsar a nadie. No vamos a prohibir a sus familiares e hijos que vayan a sus lugares favoritos para descansar en estas fiestas de fin de año", declaró el presidente, que incluso invitó a los hijos de los diplomáticos acreditados en Rusia a celebrar las fiestas en la ceremonia especial que se celebra todos los años en el Kremlin.

Finalmente, lamentó que la Administración de Obama "concluya de esta forma su mandato", pero deseó un feliz año al presidente estadounidense y a toda su familia, al igual que a su sucesor en el cargo, Donald Trump, con quien asegura que trabajará para restablecer las relaciones ruso-estadounidenses en el futuro próximo.

El fondo de la acusación

En octubre pasado, la CIA presentó un informe en el que acusaba a Rusia de intervenir con ayuda de piratas informáticos en las elecciones presidenciales del país norteamericano, una supuesta ayuda que permitió al candidato republicano Donald Trump obtener la victoria. La CIA aseguró que fueron 'hackers' rusos los que vulneraron las cuentas de correo electrónico de varios miembros del Partido Demócrata y del Republicano.

La información que los piratas informáticos obtuvieron tras vulnerar los correos del Partido Demócrata estadounidense fue publicada por WikiLeaks, cuyo fundador ha negado en diversas ocasiones que la fuente de la filtración fuera Rusia.

Estos correos sacaron a la luz asuntos como las maniobras de varios miembros del Partido Demócrata para favorecer la candidatura de Clinton en las primarias en detrimento de Bernie Sanders [lo que llevó a la renuncia de la presidenta Nacional del Comité Demócrata, Debbie Wasserman], las conexiones del partido con importantes agentes de Wall Street o las donaciones de varios países extranjeros a la campaña demócrata.

Al respecto de estas acusaciones, el presidente Putin ha negado reiteradamente que su Gobierno estuviera detrás del robo informático, pero destacó durante su rueda de prensa anual que el fondo de toda esta polémica era desviar la atención sobre el verdadero problema que salió a la luz: "¿La jefa del Comité Nacional Demócrata renunció tras la publicación de lo que descubrieron los 'hackers'? ¡Entonces los 'hackers' dijeron la verdad!".