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Medvédev: "Rusia no debe relacionar el levantamiento de sanciones a las elecciones extranjeras"
El primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, señala que no hay que hacerse ilusiones de que las sanciones impuestas sobre Rusia sean levantadas.
Rusia debe esperar que las sanciones impuestas por Occidente "duren mucho tiempo" y que su levantamiento no dependerá de los resultados de las elecciones en países extranjeros, ha señalado este domingo el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, durante una reunión del partido Rusia Unida en Moscú, según RIA Novosti.
"Es hora de desechar las ilusiones de que las sanciones impuestas a nuestro país serán levantadas. Obviamente, están aquí para quedarse durante mucho tiempo. Y no pongan sus esperanzas en elecciones ajenas", ha indicado Medvédev.
Algunos expertos políticos, tanto en Rusia como en otros países, sugirieron que la elección de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos podría llevar al levantamiento de las sanciones antirrusas por parte de Washington y sus aliados, basándose en las declaraciones de Trump de que cooperaría con Rusia. Altos funcionarios rusos advirtieron contra ese optimismo, diciendo que la retórica de la campaña no necesariamente se traduce en políticas.
Sanciones al servicio de la economía rusa
Medvedev ha señalado que las sanciones de la Unión Europea (UE) fueron beneficiosas para algunos sectores de la economía rusa, particularmente la agricultura, y que el Gobierno ayudaría a los productores nacionales a aprovechar la situación. "Los apoyaremos, porque de todas formas tenemos que alimentarnos", ha destacado.
Las sanciones individuales y sectoriales fueron impuestas por Estados Unidos, la UE y varios otros países occidentales contra Rusia a raíz de la crisis política en Ucrania en 2014. Como medida de respuesta Moscú prohibió la importación de productos alimenticios de la UE. Esto sirvió como medida proteccionista para los agricultores rusos, quienes de otro modo habrían tenido dificultades para competir contra los productores europeos subvencionados. La medida también causó daños de miles de millones de dólares a las empresas europeas que perdieron acceso al mercado ruso.
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