La cruzada mundial antiaborto de Trump
Entre sus primeras medidas como presidente de EE.UU., Donald Trump decidió restablecer la orden ejecutiva conocida como 'Política de la Ciudad de México', la cual fue promulgada por primera vez en 1984 por Ronald Reagan en el marco de una conferencia de Naciones Unidas en la capital mexicana. De allí su nombre. Prohíbe financiar con dinero oficial a cualquier organización que realice abortos y difunda información sobre esa práctica en el extranjero.
Ello supone que cualquier organización no gubernamental que realice entre sus tareas alguna de estas actividades dejará inmediatamente de recibir apoyo de entidades estadounidenses.
Debido al carácter que tienen las órdenes ejecutivas en EE.UU. cada presidente puede decidir si utilizarlas o descartarlas. De esta forma, el gobierno de Bill Clinton la derogó y George W. Bush la restableció. Barack Obama la había dejado sin efecto en 2009, al comienzo de su mandato y ahora Trump la ha vuelto a poner en funcionamiento. Sin embargo, según distintas organizaciones que defienden los derechos de las mujeres, su nueva implementación es más restrictiva que las anteriores.
Contra el aborto y la salud en su conjunto
Suzanne Ehlers, presidenta de Champions for Global Reproductive Rights (PAI), una organización con base en Washington que promueve los derechos reproductivos de las mujeres, aseguró que la orden de Trump "obstruirá y destruirá el trabajo de los proveedores de atención médica" en muchos países del mundo donde "a menudo son la principal fuente de atención de salud reproductiva de las mujeres y, a veces, la única fuente de atención primaria de salud".
Desde PAI añadieron que, según sus estadísticas, hay 225 millones de mujeres en los países en vías de desarrollo "que quieren evitar el embarazo pero no están usando métodos anticonceptivos modernos". Con esta esta política el control de la natalidad quedará "aún más lejos de su alcance".
En el mismo sentido, la International Planned Parenthood Federation –que también desarrolla tareas de asistencia en salud en todo el mundo– informó a través de su vocera, Kelly Castagnaro, que tendrá un recorte de 100 millones de dólares en su presupuesto por esta resolución. Esto implicará el fin de programas de asistencia sanitaria en, al menos, 30 países.
Otra de las organizaciones que se verá afectada es Marie Stopes International (MSI), la cual recibe anualmente 30 millones de dólares –el 20% de su presupuesto– de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID). Marjorie Newman-Williams, vicepresidenta de MSI, declaró que se oponen a la medida adoptada por Trump ya que "el aborto seguro es un componente vital de la salud reproductiva de las mujeres".
Una disputa política
La periodista especializada en política de género y feminismo Julia de Titto opinó que esta decisión de Trump responde a diversos factores. "En primer lugar creo que es una respuesta a la gran movilización de mujeres que hubo el sábado siguiente a su asunción", dijo a RT. Allí millones de personas de todo EE.UU. y en todo el mundo "se expresaron en defensa de determinados derechos y conquistas relacionados, sobre todo, con la salud sexual y reproductiva", añadió la informadora argentina. En ese sentido, analizó que Trump "reacciona a eso intentando marcar una correlación de fuerzas respecto del movimiento de mujeres que ya mostró un potencial de movilización y activismo frente a las medidas que pueda llegar a tomar el presidente".
Por otra parte, De Titto marcó "las implicancias directas" de esta política que "no tienen solo que ver con el aborto". Desde su perspectiva, las organizaciones que intervienen "principalmente en África –aunque también en Asia y América Latina– desarrollando centros de salud y atención primaria van a tener que cerrarlos". Con lo cual "mujeres, pero también niños, niñas y adolescentes corren riesgo de sufrir reveses gravísimos en lo relacionado a su salud sexual y reproductiva".
Se trata también, añadió la periodista argentina, de "poblaciones donde la violencia sexual se utiliza como castigo hacia las mujeres y por lo tanto los embarazos no deseados o productos de violaciones son muy frecuentes". Por lo que "esta medida pone en peligro la vida de mucha gente", concluyó.
Finalmente, De Titto resaltó que Donald Trump "ya viene enfrentándose desde la campaña electoral ideológica, política y discursivamente con los derechos de las mujeres". La periodista especializada en política de género y feminismo recordó que "tiene acusaciones de abuso de poder, de acoso sexual, etc.". "Es un primer dato que confirma lo que se sospechaba y por lo cual se organizó la marcha de mujeres, que es que todo su machismo va a expresarse en sus políticas públicas", lamentó.
Santiago Mayor