Voluntarios de todo el planeta resucitan los monumentos que arrasó el Estado Islámico
Justo después de que los yihadistas difundieran las imágenes de cómo destruían el Museo de Mosul (Irak), en febrero de 2015, Matthew Vincent y Chance Coughnour comenzaron a trabajar junto en un ambicioso proyecto: reconstruir en 3D los monumentos destruidos por el Estado Islámico para preservar el patrimonio de la humanidad.
La idea partió de Vincent, un estadounidense de 35 años que cursa su doctorado de Arqueología en la Universidad de Murcia. En cuanto expuso sus preocupaciones en un grupo de Facebook que mantiene con otros investigadores, enseguida consiguió que Coughenour, otro estadounidense que trabaja para el Instituto de Fotogrametría de la Universidad de Stuttgart (Alemania), se sumase a su plan.
Nacía así la plataforma #projectmosul, hoy rebautizada como Rekrei, que significa 'recrear' en esperanto, "un idioma que fue construido con el propósito de alcanzar la universalidad internacional", explican en la web del proyecto.
La respuesta que obtuvieron sobrepasó todas sus expectativas: comenzaron a recibir miles de imágenes, tanto de los restos del Museo de Mosul como de otras ciudades históricas de Oriente Medio que habían sido destruidas por los yihadistas, como Palmira o Hantra.
Reconstrucción de las ruinas del templo de Bel, en Palmira (Siria), destruidas por el Estado Islámico en 2015.
Sin embargo, a las fotografías de la devastación del Estado Islámico, se sumaron también cientos de imágenes de lugares destruidos por causas naturales, como la plaza de Durbar de Katmandú, arrasada por un terremoto, o por la imprudencia humana, como la cabeza de la estatua del rey Sebastián, en la Estación de Rossio, en Lisboa, que un turista decapitó al hacerse un selfie.
Reconstrucción de la estatua del rey Sebastián I de Portugal, en la Estación de Rossio (Lisboa), destruida en 2016 por la acción negligente de un joven que sería hacerse un selfie.
"A partir de las fotos de un objeto o una superficie, podemos deducir sus formas y dimensiones gracias a la fotogrametría", ha explicado Coughenour a la agencia SINC, especializada en noticias científicas. "Se trata de una técnica donde la principal fuente de información es la simple fotografía, y a partir de sus dos dimensiones se puede recrear el objeto tanto en 3D como en 4D, lo que le añade el tiempo y el movimiento", añade.
Reconstrucción del templo de Nimrud, una de las capitales de Asiria (Irak), destruido por el EI en 2015.
De momento, más de 300 personas voluntarias han subido casi 6.000 fotografías (y otras 2.000 están en proceso) de medio centenar de localizaciones de todo el planeta, lo que les ha permitido recuperar una treintena de modelos, que se pueden contemplar, y admirar, en la plataforma.
Reconstrucción de la Tumba de Iamblichus, en Palmira (Siria), destruida por el EI en 2015
Sin embargo, en algunas ocasiones, se ven obligados a abandonar un modelo hasta conseguir la fotografía clave que necesitan para continuar trabajando. Tal y como han explicado a 'La Verdad', a veces pueden reconstruir una pieza con solo doce imágenes de un turista, pero en otros casos necesitan cien. Así, cada modelo está en permanente proceso de reconstrucción. "Cada vez que recibimos una fotografía retocamos el modelo, porque lo que existe hoy lo podemos mejorar mañana", concluyen.