El atleta británico Mo Farah, nacido en Mogadiscio, Somalia, arremetió en Facebook contra la polémica decisión del presidente Donald Trump de suspender durante 90 días la entrada a Estados Unidos a los ciudadanos originarios de siete países de mayoría musulmana. Farah, residente en EE.UU., podría verse afectado por esta orden ejecutiva firmada el viernes por el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Farah empieza su publicación comparando el trato que le ha deparado el Reino Unido y EE.UU. en el último mes: "El 1 de enero de este año, Su Majestad la Reina me nombró Caballero del Imperio. El 27 de enero, el presidente Donald Trump parece haberme convertido en un indocumentado".
"Soy un ciudadano británico que ha vivido en Estados Unidos en los últimos seis años trabajando duro, contribuyendo a la sociedad, pagando mis impuestos y criando a mis cuatro hijos en un lugar que ahora llaman su hogar", explica el deportista, que aportó cuatro oros al medallero de Reino Unido en los dos últimos Juegos Olímpicos.
"Ahora, a mí y a otros como yo nos han dicho que ya no nos dan la bienvenida", relata.
Farah recuerda que llegó a Europa desde su natal país africano cuando tenía ocho años. El Reino Unido lo cobijó, le ofreció una buena enseñanza, incluida la deportiva, y ahora el país cosecha el fruto de sus victorias en las pistas. Esta historia personal, asegura el atleta, es "un ejemplo de qué puede pasar cuando sigues la política de compasión y entendimiento".
El cuádruple campeón olímpico (en 5.000 y 10.000 metros) ya tuvo problemas con la Guardia Frontera de EE.UU. Fue detenido en 2012, en la entrada al país, cuando los aduaneros vieron que el deportista había nacido en Somalia. El simple hecho fue considerado suficiente para considerarlo sospechoso de terrorismo.
A su vez, el presidente Trump explicó después de poner en marcha las restricciones fronterizas que su orden no implica "la prohibición de los musulmanes, como informan de forma falsa los medios". Lo que dice buscar con su firma es "mantener seguro" el país. En este sentido, recalcó que "en el mundo hay más de 40 países donde la mayoría de los ciudadanos son musulmanes" que no se ven afectados por el decreto, a diferencia de Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen.