China ha intensificado sus preparaciones para un posible conflicto militar con EE.UU., ya que la presidencia de Donald Trump aumenta el riesgo de hostilidades entre ambos países, informa el diario 'South China Morning Post'. El componente marítimo recibirá atención especial en China.
El día de la investidura del nuevo mandatario estadounidense el portal del Ejército Popular de Liberación de China publicó un comunicado según el cual las posibilidades de una guerra son cada vez "más reales", teniendo en cuenta la complicada situación en la región de Asia Pacífico. Entre los "temas calientes" las autoridades chinas destacan un cambio en la estrategia estadounidense en Asia, el despliegue de las Fuerzas Armadas de EE.UU. en el mar de la China Meridional y mar de la China Oriental, así como el despliegue de sistemas de defensa antimisiles en Corea del Sur.
El diario cita un artículo del rotativo oficial 'People’s Daily' que asegura que China continuará llevando a cabo maniobras en altamar. Según 'South China Morning Post', se trata de una reacción a las declaraciones del nuevo secretario de Estado, Rex Tillerson, sobre la necesidad de restringir el acceso de China a las islas artificiales en las aguas en disputa en el mar de la China Meridional.
El nuevo portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, señaló en una rueda de prensa el 24 de enero que EE.UU. impedirá que China tome control de territorios en aguas internacionales del mar de la China Meridional. "EE.UU. va a asegurarse de que protegemos nuestros intereses en esa área", afirmó. "Se trata de si esas islas se encuentran en aguas internacionales y de si pertenecen o no a China. Vamos a asegurarnos de defender los territorios internacionales", aclaró Spicer.
"Instamos a Washington a respetar los hechos y a hablar y actuar con precaución para evitar cualquier daño a la paz y la estabilidad en el mar de la China Meridional", respondió la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hua Chunying.
"Es poco probable que China renuncie a sus reclamaciones de soberanía ante la presión de EE.UU., podemos estar seguros de que la disputa se convertirá en un punto arriesgado de la contención entre Pekín y Washington", advierte Ian Storey, del Instituto de Estudios del Sudeste Asiático (ISEAS), con sede en Singapur.