El rey de Jordania, Abdalá II, se convirtió en el primer líder árabe en visitar EE.UU. después del cambio de Administración en la Casa Blanca. Su elección se debe a la importancia del papel de Amán para lograr un equilibrio entre los principales actores en la región, lo que convierte al rey jordano en un socio clave en la construcción de una nueva estrategia estadounidense en Oriente Medio.
La llegada de Abdalá II a Washington tuvo lugar este lunes y coincidió con su 55.º aniversario. La visita, que durará hasta el jueves, se abrió con el desayuno de trabajo del monarca y el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, informa la página oficial de la Casa Blanca. La agenda también incluye una serie de reuniones con los líderes de ambas cámaras del Congreso, los jefes de varios comités, el nuevo ministro de Defensa, James Mattis, y otros miembros del equipo de Donald Trump. El encuentro con el mandatario estadounidense fue confirmado por el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, después de la llegada del rey a Washington.
La elección de Abdalá II como el primer socio en la construcción de una estrategia en Oriente Medio tiene raíces históricas, puesto que Jordania, junto con Egipto, firmó un tratado de paz con Israel en los años 70 del siglo pasado, en contraste con la mayoría de sus vecinos, que no tienen relaciones diplomáticas con el Estado judío. Por lo tanto Amán juega un papel activo en la resolución de la crisis y los conflictos regionales del lado del mundo árabe.
Desde la embajada de EE.UU. en Israel hasta la lucha contra el Estado Islámico
En este sentido, uno de los temas centrales de las conversaciones de Abdalá II en Washington ha sido la posibilidad de transferir la embajada de EE.UU. en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, una cuestión ampliamente debatida en el mundo y que constituye una demanda del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, así como del influyente 'lobby' proisraelí de EE.UU.
Antes de su viaje a Washington el monarca jordano se reunió con el jefe de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbás, y le expresó su pleno apoyo, asegurándole que tiene la intención de hacer todo lo posible para explicar a la nueva Administración estadounidense todos los riesgos geopolíticos relacionados con esta decisión.
El segundo grupo de temas que se discutirán en Washington se centrará en la reactivación de la cooperación entre EE.UU. y Jordania en la lucha contra el Estado Islámico. Durante el mandato del presidente Barack Obama, Amán se unió a la coalición internacional contra el grupo yihadista liderada por Washington, aunque en los últimos dos años su aportación ha sido menos intensa a raíz del derribo por parte de los islamistas de un caza jordano en diciembre de 2014, y de la ejecución pública del piloto unos meses más tarde.
Estos hechos han motivado a Jordania a lanzar su propia misión de represalia, la llamada Operación Mártir Muad, destinada a "eliminar y exterminar a los terroristas completamente".
Primero Moscú, después Washington
La llegada de Abdalá II a EE.UU. se produjo unos días después de que el monarca visitara Moscú, donde conversó con el presidente Vladímir Putin, a quien considera "un amigo y hermano". El rey jordano ha señalado que "Rusia juega un papel fundamental" en la política mundial en general y en particular en Oriente Medio y apoya sus recientes iniciativas sobre la reanudación del proceso de paz en Siria.
Poco después de que el monarca abandonara la capital rusa, el presidente estadounidense mantuvo su primera conversación telefónica con Putin, en la que reafirmaron su determinación de trabajar juntos para luchar contra el Estado Islámico y poner el fin a los conflictos en Oriente Medio.
"El rey Abdalá II está a favor de desarrollar el mecanismo de la interacción de trabajo entre Moscú y la nueva Administración de EE.UU. para participar conjuntamente en la solución de la crisis siria, la lucha contra el Estado Islámico y la reanudación del proceso de paz entre israelíes y palestinos", dijo al periódico 'Kommersant' un alto miembro del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladímir Sótnikov, quien también señaló que el monarca jordano podría desempeñar el papel de agente de confianza que explicará al equipo de Trump cuáles son los objetivos de Vladímir Putin en Oriente Medio.