El 'hashtag' #VibraMéxico se asemeja a '¡Viva México!', el grito nacionalista que se repite cada septiembre durante las fiestas patrias celebradas en la plaza más grande del país, el Zócalo.
En un tono reivindicativo, la convocatoria fue lanzada para promover una "marcha ciudadana por el respeto a México" frente a las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump.
Esta campaña pretende "defender los derechos de todas y de todos, exigir el buen gobierno que merecemos y celebrar el orgullo de ser mexican@".
Paradójicamente, el llamado a la unidad frente a las políticas de Trump como posibles deportaciones masivas y el inminente comienzo de la construcción de un muro fronterizo entre México y EE.UU. ya generó fuertes debates y puso de manifiesto los "muros internos" —así lo calificó el diario 'The Guardian'— que existen en la fracturada sociedad mexicana.
Trump ha unificado al país en un rechazo rotundo a sus mencionadas políticas, pero esta postura no se traduce necesariamente en un respaldo alrededor de Peña, promotor de polémicas reformas y cuyo rechazo por parte de la opinión pública es casi el mismo que tiene Trump.
El diario español 'El País' hizo notar que la palabra "unidad" es la más usada en su vocabulario. El presidente la usa en todos sus discursos recientes. El sábado anterior la usó 14 veces en un discurso de 16 minutos.
Aun así, los llamados a la unidad nacional alrededor de su figura no terminan de cuajar, quizás por la falta de legitimidad de quienes los lanzan.
Si bien la convocatoria de #VibraMéxico vino de reconocidas organizaciones civiles como Artículo 19, Centro Nacional de Comunicación Social, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, y de instituciones educativas como la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Iberoamericana, también son convocantes asociaciones como Mexicanos Primero, del empresario Claudio X. González, acusado por profesores disidentes de impulsar con el gobierno federal la polémica Reforma Educativa, y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). Es decir, las élites.
#VibraMéxico Marcha ciudadana por el respeto a #México. Domingo 12 de febrero a las 12:00 hrs en Auditorio Nacional https://t.co/tT82ZZ21Nipic.twitter.com/CtNjp0IAqZ— IBERO Cd. de México (@IBERO_mx) February 9, 2017
Estas dos últimas organizaciones han llamado a alinearse de manera acrítica con Peña Nieto, quien inclusive recibió en algún momento el respaldo del líder opositor Andrés Manuel López Obrador.
López Obrador, dos veces candidato presidencial, dijo hace algunos días: "independientemente de las diferencias que puedan existir, son tiempos de unidad", según cita el diario 'Milenio'.
El magnate Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, fue mucho más allá durante una conferencia de prensa: "Esta unidad nacional para mí es sorprendente y el mayor gusto de mi vida, que no la había visto ni en el sismo de 1985. Esta actitud del pueblo mexicano, anteponiendo la unión, es sorprendente ante este desafío. Hay que respaldarlo (a Enrique Peña Nieto). Lo estoy apoyando", sostuvo.
"No queremos que sea una marcha contra el gobierno"
Parece que esta unión es solo de ciertos sectores. Porque la sociedad mexicana sigue escéptica, con sentimientos contradictorios y duda en responder al llamado de Vibra México.
Los temas de la desaparición de 43 estudiantes normalistas de la escuela de Ayotzinapa en 2014, las miles de desapariciones forzadas que salieron a la luz pública desde entonces, los continuos llamados a la renuncia de Peña siguen en la memoria.
Los efectos del alza de los precios de la gasolina, bautizado como el 'gasolinazo', todavía causan manifestaciones, además de que los profesores disidentes que el año pasado protagonizaron fuertes protestas en todo el país se han vuelto a levantar.
Los ánimos sobre la manifestación del próximo domingo se caldearon más cuando algunos convocantes pidieron marchar con "respeto". De acuerdo con el diario 'Milenio', la excandidata conservadora a la alcaldía de la ciudad de México, Isabel Miranda de Wallace, dijo: "no queremos que sea una marcha contra el Gobierno".
Además, algunos de los primeros convocantes denunciaron que organizaciones cercanas al oficialismo mexicano se "robaron la marcha en sus narices", de acuerdo con el portal 'SinEmbargo'.
#MonerosLaJornada | Unidad dividida, cartón de @MaguMonero → https://t.co/ABGqdF6OhUpic.twitter.com/j3Zj1tw8FU— La Jornada (@lajornadaonline) February 10, 2017
Ixchel Cisneros, de Cencos, una de las primeras organizaciones convocantes, cuenta a RT que colectividades muy diversas se reunieron para hacer frente a la ofensiva de Trump. El acuerdo era que no se podía exigirle solo a Trump respeto sino al Gobierno mexicano acciones, no solo a favor de los migrantes, sino de todos los mexicanos.
"Decidimos marchar porque creemos que ha sido una ofensiva muy fuerte contra el país, pero externa e interna. Estamos de parte de la unidad pero no implica que no haya crítica ni diversidad", explica Cisneros.
"Las diferencias se vieron porque algunas organizaciones dicen que no es momento para criticar el Gobierno", aclara.
Cencos y otras organizaciones en defensa de los derechos humanos siguen firmando la convocatoria, pero se manifestarán de manera diferente.
Por su parte, el exdirector mexicano de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Emilio Álvarez Icaza, se pronunció en el sentido de que la marcha debe ser también para cuestionar el estado de cosas en México:
#VibraMexico El primer muro que hay que tumbar es el de la corrupción y la impunidadA marchar este domingo 12/feb del Auditorio al Angel pic.twitter.com/MwAoUFdl3t— Emilio Álvarez Icaza (@EmilioAlvarezI) February 7, 2017
"Hemos coincidido en que el espacio es de todos y no teníamos que echar para atrás una convocatoria que habíamos lanzado y en el momento la haremos diferente, pero haremos un contingente aparte para distinguirnos por diferencias políticas e ideológicas", aclara. Cisneros
Su contingente intentará unir a la gente molesta con el Gobierno mexicano y la postura de EE.UU. Retomará la tónica de la famosa protesta que se agrupó bajo el 'hashtag' #RenunciaYa, detonada en vísperas de fiestas patrias en México del 2016, y que denunció la invitación de Peña Nieto al entonces candidato Donald Trump.
Solidaridad en vez de unidad
Sin embargo, las voces críticas continúan. El cura Alejandro Solalinde, quien es reconocido por su trabajo con migrantes desde hace años, lanzó un mensaje en Twitter en el que tacha a la manifestación de "hacerle el juego" a los partidos hegemónicos en México.
Además, alumnos y profesores de la Universidad Nacional Autónoma de México criticaron a su rector por acudir a esta manifestación, pero haber declinado marchar por la presentación con vida de los 43 estudiantes ausentes de Ayotzinapa.
Critican maestros, estudiantes y trabajadores de la UNAM que su rector acuda a #VibraMexico, y haya declinado a marchas contra #Ayotzinapa. pic.twitter.com/w7kEnI0Uce— EL INFORMANTE (@ElInformanteMX) February 10, 2017
Por su parte, Ricardo Raphael, conductor de televisión y analista político, escribió un texto en el diario 'El Universal' titulado 'El peligroso espejismo de la unidad', en el que explica que si bien podría ser mezquino negar a México la solidaridad, hay diversas razones que le hacen cuestionar el tipo de unidad a la que se convoca:
"¿Para salir adelante necesitamos los mexicanos someternos a un esfuerzo de unidad incondicional, sumisa, acrítica, ciega? Me parece equivocado renunciar a la inteligencia propia para sumarse a un movimiento convocado solo por el miedo o por el odio que despiertan las políticas de un país extranjero", afirma el columnista.
Y reitera: "No asistiré a la marcha convocada por Mexicanos Unidos para este fin de semana porque prefiero la solidaridad del México diverso a la sumisión de la impostura unificante".
Al-Dabi Olvera