A mediados de enero, científicos de Francia y Finlandia detectaron un ligero aumento del isótopo radiactivo yodo-131 en la atmósfera de la Tierra, pero esa cantidad no planteaba un peligro para salud humana.
El primer país que detectó ese incremento fue Noruega, aunque no publicó ninguna información al respecto. Posteriormente, también se alteraron las mediciones de Polonia, República Checa, Alemania y España.
¿El yodo-131 es peligroso?
Sí, el yodo-131 es un elemento químico radiactivo que resulta peligroso para la salud humana. De manera habitual, aparece tras realizar pruebas nucleares y cuando se producen accidentes relacionados con la energía atómica. Por ejemplo, provocó un daño significativo tras los desastres de Chernóbil y Fukushima.
En esta ocasión, los niveles del aire de esos países europeos han vuelto a la normalidad y no existen motivos para preocuparse, porque ese elemento se semidesintegra al cabo de alrededor de ocho días.
¿Quién tiene la culpa?
Cuando se difundió esta incidencia, algunos medios de comunicación, entre ellos 'The Daily Star', difundieron que Rusia había probado en secreto un arma nuclear en el archipiélago de Nóvaya Zemlyá (Arjánguelsk, Noroeste de Rusia), una zona donde han tenido lugar diversas pruebas con ese tipo de armamento.
Sin embargo, estas teorías conspirativas quedaron desmentidas porque:
- Los sismólogos no registraron la actividad correspondiente.
- No hay otros isótopos que suelen liberarse a la atmósfera tras realizar ensayos nucleares.
Una colaboradora de la Autoridad Noruega para la Protección contra las Radiaciones (NRPA, por sus siglas en inglés) asegura que el origen de la fuga se encontraba en una empresa farmacéutica en Europa Oriental , que empleó yodo-131 en tratamientos contra el cáncer.