El 28 de febrero los presos de la cárcel filipina de la provincia de Cebú fueron despertados antes de amanecer, obligados a salir al patio central y despojarse de toda su ropa. Unas imágenes que han dado la vuelta al mundo causando indignación entre los activistas de los derechos humanos.
Mientras los agentes antidrogas, policías y militares estaban registrando sus celdas, los reclusos permanecían sentados en filas, completamente desnudos, en el suelo y con las piernas cruzadas, informa AFP.
"El incidente es un ejemplo del trato cruel, inhumano y degradante hacia los presos", ha expresado la ONG Amnistía Internacional en un comunicado.
Por su parte, Human Rights Watch también señaló que las normas internacionales prohíben registros que puedan violar innecesariamente la privacidad de los reclusos. "La conducción de estos registros –al aire libre y permitiendo que se tomen fotos– es inhumano", reza un comunicado de esta organización no gubernamental.
El objeto del rastreo practicado el pasado martes fue encontrar objetos ilegales entre las pertenencias de los reos. Según el informe de la Agencia de Control de Drogas de Filipinas, se han sido encontrados varios paquetes de metanfetaminas y marihuana, así como un arma blanca y varios teléfonos móviles.
Actualmente Filipinas es testigo de una guerra contra el narcotráfico nunca practicada antes.
Desde que el actual presidente filipino Rodrigo Duterte asumiera el cargo a finales de julio del año pasado, su "guerra contra las drogas" ha dejado, según diferentes informes, más de 5.000 muertos.
- El mandatario indicó que la Policía cuenta con "licencia para matar", lo que ha desatado fuertes protestas internacionales de los defensores de los derechos humanos.