"La Administración Trump no tiene prisa por unirse a la lucha contra el terrorismo en Siria"

"Los actos de terrorismo perpetrados por las fuerzas 'democráticas' apoyadas por EE.UU. en Siria no cesarán", advierte el especialista ruso Nikolái Bobkin.

Aparentando ser "luchadores por la democracia" luchan, apoyados por la coalición estadounidense, terroristas mercenarios, escribe el experto de la Fundación rusa de la Cultura Estratégica Nikolái Bobkin, en un nuevo artículo. "Trump no se está dando prisa por unirse a la lucha contra el terrorismo en Siria", advierte el especialista.

El pasado 10 de marzo, un ataque terrorista contra peregrinos chiítas iraquíes dejó más de 40 muertos y 120 heridos en Damasco. El atentado fue reivindicado por el grupo Levant Swords, que forma parte del llamado Ejército Libre Sirio, al que apoyan Arabia Saudita y Turquía. Para EE.UU., se trata de "oposición moderada".

Las autoridades sirias llaman a dejar de respaldar a quienes recurren al terrorismo y a dejar claro qué Estados, a pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional en la lucha contra esta lacra, siguen apoyando a las fuerzas extremistas, incluidas las que forman parte del Ejército Libre Sirio.

El presidente sirio, Bashar al Assad, expresó en una reciente entrevista con el canal chino Phoenix la esperanza de que Donald Trump cumpliera su promesa de derrotar al Estado Islámico, aunque de momento no ve "nada concreto relacionado con esta retórica".

Bobkin opina que los estadounidenses no van a liberar la ciudad siria de Raqa a costa de sus vidas. Los socios de Washington en la coalición antiterrorista tampoco aceptan participar en la liberación de la ciudad. Probablemente los kurdos sirios podrían ser los únicos aliados reales de EE.UU. en la operación en Raqa, pero Turquía se opone firmemente a esta opción.

Desde el diario británico 'The Guardian' se editorializaba este domingo que lo más peligroso de la situación actual es el hecho de que el presidente de EE.UU. está seguro de que puede centrarse únicamente en la lucha contra el Estado Islámico, haciendo caso omiso de las cuestiones más serias sobre el futuro de Siria.

El 6 de marzo los jefes militares de Rusia, EE.UU. y Turquía se reunieron en Antalya para coordinar sus esfuerzos en la lucha contra el Estado Islámico. Ankara no respaldó el plan estadounidense para usar los grupos kurdos en la operación para expulsar a los islamistas radicales de Raqa. Los terroristas resultan ser los únicos que aprovechan estas contradicciones.

Las partes no discutieron el plan para una posible solución política del conflicto en el encuentro en parte porque la disminución del nivel de confrontación armada en Siria no parece satisfacer a los estadounidenses. La Administración Trump tampoco dio ninguna explicación sobre los grupos que su país considera terroristas. "Mientras que no faciliten esta información, los actos de terrorismo perpetrados por las fuerzas 'democráticas' apoyadas por EE.UU. en Siria no cesarán", concluye Bobkin.

La ausencia de Irán

La reunión de mandos militares en Antalya también dejó otra pregunta sin respuesta: ¿por qué no habían invitado a las conversaciones al representante iraní? De acuerdo con una de las versiones, Washington se opuso a su presencia. Otra versión explica que los propios iraníes no aceptaron la invitación debido a la creciente confrontación con Washington. No obstante, "la opinión de Teherán sobre el papel destructivo de EE.UU. en el conflicto sirio se mantiene inalterada", destaca el experto.

El pasado 13 de marzo, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní calificó a EE.UU. de principal causa de la inestabilidad en Oriente Medio en las últimas décadas. Según Teherán, la tensión continua se debe a los errores de la política estadounidense en la región, "una política a la que de momento parece no haber hecho grandes cambios el nuevo presidente".