El protagonismo y la influencia de 'la primera hija de EE.UU.', Ivanka Trump, que dispondrá de una oficina del Ala Oeste de la Casa Blanca, seguirá en aumento con acceso a información clasificada, según Jamie Gorelick, abogado y asesor de ética de la modelo y mujer de negocios, informa AP.
El abogado sostiene que aunque Ivanka no va a desempeñar ningún cargo oficial, ocupará la oficina de la Ala Oeste de la Casa Blanca, desde donde tendrá acceso a los dispositivos de las comunicaciones gubernamentales y autorización de seguridad para acceder a información clasificada. Con todo, Gorelick precisa que Ivanka Trump va a seguir "voluntariamente" las reglas éticas que se aplican a los empleados gubernamentales y que la Casa Blanca "está de acuerdo con este enfoque".
El papel de Ivanka Trump en la política de EE.UU. ya es seguido con lupa por la influencia sin precedentes que parece tener este miembro de la familia del presidente de EE.UU. No obstante, una persona que asegura conocer bien a la primera hija, subraya bajo condición de anonimato que ella cree que puede ofrecer una perspectiva más independiente a su padre si no sirve como personal en la Casa Blanca, informa AP.
Según la ley federal contra el nepotismo en EE.UU., los familiares del presidente no pueden ser designados para ocupar puestos gubernamentales, si bien el mandatario tiene "autoridad de contratación especial", precisan desde el Departamento de Justicia de EE.UU., lo que permitió a Donald Trump nombrar al esposo de Ivanka, Jared Kushner, como asesor suyo. Asimismo, Gorelick hace hincapié en que el presidente puede consultar a sus familiares como a ciudadanos particulares.
Después de que su padre tomara las riendas de la Casa Blanca el pasado mes de enero, su hija subrayó que no ocuparía ningún cargo gubernamental. Sin embargo, la influencia de la primera hija salta a la vista. Por ejemplo, la semana pasada durante la visita a EE.UU. de la canciller alemana, Angela Merkel Ivanka se sentó al lado de la política germana en una reunión bilateral de alto nivel en la Casa Blanca, lo que provocó una reacción insólita de la canciller.