Violación de una niña de 14 años reabre el debate sobre las políticas migratorias en EE.UU.
La violación de una niña de 14 años por parte de dos estudiantes inmigrantes en los baños de una escuela en el condado de Montgomery (Maryland, EE.UU.), el pasado 16 de marzo, ha reabierto el debate sobre la necesidad o no de que las llamadas ciudades santuario, donde las autoridades por lo general evitan preguntar por el estatus migratorio de cualquier ciudadano. En medio del debate en el país sobre las normas migratorias, nuestro corresponsal Bricio Segovia explica cómo este caso ha dividido de nuevo a la sociedad estadounidense.
La Casa Blanca saca provecho
El incidente involucra a Henry Sánchez, un guatemalteco de 18 años, y a José Montano, un salvadoreño de 17, quienes llegaron a Estados Unidos hace menos de un año. En el caso de Sánchez, ingresó de manera ilegal y cuenta con un proceso de deportación pendiente, informa 'The Washington Times'.
"Cualquiera puede cometer este delito. Hacer de esto algo político solo es consecuencia del clima actual"
Habitante de Maryland, EE.UU.
Pocos días después de los hechos, los demócratas de Maryland, votaron a favor de que el estado se convierta en lugar santuario, aprobando una legislación que restringe la cooperación de la Policía local con las autoridades de inmigración federal. Sin embargo, las opiniones entre los legisladores del estado están tan repartidas como entre los padres de la escuela afectada y mientras tanto, la Casa Blanca ha usado este caso para justificar las severas medidas migratorias impulsadas por el presidente Donald Trump.
Al respecto, Sean Spicer, portavoz del Gobierno, aseguró que eso ratifica la importancia de tales medias y obliga a Montgomery y a las autoridades a "revisar sus políticas". No obstante, el condado asegura que, de momento, no piensa convertirse en lugar santuario, aunque se comprometen a seguir velando por los derechos de los inmigrantes.
"Cualquiera puede cometer un delito"
Casos como este hacen que muchos cuestionen la necesidad de tener en cuenta la procedencia de quienes cometen los delitos. Mientras tanto, Trump sigue viendo cómo sus decretos migratorios son frenados por la justicia y la Casa Blanca se aferra a este tipo de polémicas para llevar a cabo sus políticas.
"Ha habido otros casos en el país [EE.UU.] perpetrados presuntamente por ciudadanos estadounidenses, o gente nacida aquí. Cualquiera puede cometer este delito. Hacer de esto algo político solo es consecuencia del clima actual", señaló un habitante de Maryland.