Las cinco armas más destructivas del mundo
Submarino-torpedo no tripulado Status 6
Probablemente, el arma más terrible que se conoce hoy en día es el submarino-torpedo no tripulado Status 6, que puede llevar una carga nuclear de una potencia enorme a las costas del enemigo. Hasta el momento, hay muy poca información sobre el Status 6, pero el avance de los trabajos en este proyecto ruso fue confirmado por algunas fuentes de inteligencia de EE.UU. Se supone que el submarino puede recorrer una distancia de hasta 10.000 kilómetros y alcanzar una velocidad de más de 100 kilómetros por hora a una profundidad de hasta un kilómetro.
La idea de crear un arma de este tipo surgió en la década de 1950. En aquel entonces, el 'supertorpedo' fue nombrado T-15, pero la tecnología de la época no permitió hacerlo realidad. Existe la teoría de que la prueba del arma nuclear más potente de la historia de la humanidad, la bomba Zar (AN602), con una potencia de 51 megatones, fue llevada a cabo en 1961 en el marco del mismo proyecto. Los T-15 debían estar equipados con una ojiva de 100 megatones, la misma potencia que debía tener inicialmente la bomba Zar.
El poder destructivo de una explosión submarina de este tipo sería completamente demoledor. Basta con decir que a 18,5 kilómetros del epicentro de la explosión se producirían olas de entre 101 y 228 metros, y eso sin tener en cuenta la contaminación radiactiva.
Misil balístico R-36M Voevoda
El misil balístico ruso R-36M Voevoda (SS-18 Satan, según la clasificación de la OTAN) tiene la capacidad de llevar 10 ojivas nucleares de 800 kilotones o una superojiva de 25 megatones. La ojiva de 800 kilotones sería capaz de destruir la ciudad de Washington por completo dentro de un radio de 6,53 kilómetros matando alrededor de 500.000 personas.
El número de estos misiles a disposición de la Fuerza de Misiles Estratégicos de Rusia es aproximadamente 46 unidades. El misil RS-28 Sarmat, con características mejoradas, está destinado a reemplazar al R-36M Voevoda. Se espera que las pruebas de vuelo de la futura arma de disuasión rusa se realicen en 2018.
Misil estadounidense Trident II
El Trident II es un misil balístico intercontinental diseñado para ser lanzado desde sumergibles.
Según el sitio web del fabricante, el consorcio Lockheed Martin, estos mortíferos proyectiles tienen un alcance de más de 7.360 kilómetros y pueden portar múltiples ojivas nucleares con las modificaciones W76 (con un potencial destructivo de 100 kilotones) o W88 (de 475 kilotones) y alcanzar varios objetivos a la vez.
Esos misiles mostraron una fiabilidad sin precedentes (se realizaron 157 lanzamientos exitosos seguidos) y una precisión extremadamente alta para un arma de este tipo.
Un submarino tipo Ohio puede transportar hasta 24 misiles Trident II, que hoy en día representan el elemento principal de las fuerzas nucleares estratégicas de EE.UU.
Armas químicas y biológicas
Después del fin de la Guerra Fría tanto Rusia como EE.UU. tenían enormes reservas de armas químicas, unas 40.000 y unas 31.500 toneladas, respectivamente. En 1997 entró en vigor la Convención sobre las Armas Químicas, después de lo cual los países comenzaron a disminuir activamente sus arsenales de agentes tóxicos. Por el momento, Moscú y Washington han destruido al menos el 80% de sus armas químicas.
Todas las sustancias químicas utilizadas en bombas aéreas pueden resultar muy tóxicas para el ser humano y llevar a su muerte incluso en pocas cantidades. Actualmente, estas armas puede ser consideradas las más peligrosas, porque crearlas o adquirirlas es mucho más fácil que fabricar o comprar armas nucleares, por lo que teóricamente es posible que caigan en manos de terroristas.
En cuanto a las armas biológicas, hay muy poca información al respecto. Se sabe que durante la Guerra Fría los dos países rivales trabajaban para desarrollar este tipo de armas a base de diferentes bacterias y virus, como la peste y el cólera, entre otros.
La Convención sobre Armas Biológicas, un tratado de desarme multilateral que prohíbe el desarrollo, producción y almacenamiento de armas biológicas y toxinas, entró en vigor en 1975. 173 países han firmado el tratado, pero al no existir ningún proceso de verificación formal para observar su cumplimiento su efectividad es limitada.
'La madre' y 'el padre' de todas las bombas
En 2003, los estadounidenses enviaron a Irak (pero no utilizaron) la conocida bomba GBU-43, 'La Madre de Todas las Bombas' ('Mother Of All Bombs', manera irónica de llamar al 'Massive Ordenance Air Blast', nombre oficial de este artefacto).
La masa de la bomba probada el 11 de marzo de 2003 en la Base Aérea Eglin, en la Florida, superó las diez toneladas. El radio de la destrucción garantizada de esta bomba aérea fue de 150 metros, y la onda de choque causó daños a una distancia de 1.500 metros. Durante la campaña militar en Vietnam, EE.UU. utilizó el predecesor de la GBU-43, la BLU-82B Daisy Cutter, cuyo peso era de 6,8 toneladas.
El 11 de septiembre de 2007 se probó una potente bomba rusa conocida como la bomba de vacío o 'El padre' de todas las bombas. Su nombre oficial sigue siendo desconocido. La potencia de le explosión fue dos veces mayor que la de su análogo estadounidense.