¿Ultimátums o negociación? Qué esperar de la visita de Tillerson a Moscú

El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, ha llegado este martes a Moscú, donde se reunirá con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. ¿Qué se puede esperar de este encuentro, que ha acaparado la atención mundial no solo por ser la primera visita de Tillerson a Rusia en calidad de secretario de Estado de EE.UU., sino sobre todo por tener lugar unos días después del ataque estadounidense contra la base aérea siria de Shayrat?

Siria, en el punto de mira

El tema principal de las conversaciones será la situación en Siria. Según los medios occidentales, durante su visita Tillerson podría exigir a Rusia que deje de apoyar al líder sirio Bashar al Assad.

De acuerdo con la edición dominical del diario británico 'The Times', EE.UU. y el Reino Unido han desarrollado un plan conjunto para exigirle al Kremlin que abandone su respaldo a Al Assad y establecer "un régimen de transición" en Siria.

A su vez, 'The Telegraph' informó que Occidente ofrecerá a Rusia volver a formar parte del G-7 a cambio de que renuncie a apoyar al Gobierno sirio, y en caso contrario impondrá nuevas sanciones contra Moscú.

"Trump está acostumbrado a negociar"

A este respecto, el experto en relaciones entre Estados Unidos y Rusia Víktor Olévich ha afirmado a RT que "es de esperar" que Tillerson llegue a Moscú con algún "mensaje" de la nueva Administración de EE.UU. a Rusia.

El politólogo recuerda que Trump "está acostumbrado a negociar", a tomar una "postura firme" en las negociaciones y a recibir "mucho más de lo que está dispuesto a ceder".

Los intentos de intimidar a Rusia "no funcionarán"

Sin embargo, los expertos estiman que es poco probable que el secretario de Estado norteamericano recurra a las exigencias o ultimátums al Kremlin durante su visita.

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Los intentos de "intimidar a Rusia" u obligarla a seguir los pasos de la política exterior de EE.UU. "no funcionarán", asegura Olévich.

En la misma línea, el analista político Stanislav Byshok  no cree que Tillerson "sea tan poco profesional" como para exigirle algo a Rusia durante su primera visita a Moscú, por lo cual esta será más bien un "ensayo" de las futuras relaciones bilaterales.

Por otro lado, tampoco hay que esperar un gran avance en las relaciones entre Moscú y Washington, pues de momento las partes solo intercambiarán puntos de vista sobre las maneras de superar la crisis, señala Byshok.

"Trump tendrá que seguir con acciones contra Siria"

La visita de Tillerson llega en un momento en que se produce un cambio brusco en la retórica de la Casa Blanca respecto a la cooperación con Rusia en Siria y la intervención militar en conflictos, lo que, según ambos analistas, está relacionado con el deseo de Trump de reconciliarse con la oposición y desviar la atención de los fracasos de la política nacional.

Olévich explica el comportamiento impredecible de la nueva Administración como un intento de conseguir el apoyo de los sectores del 'establishment' contrarios al Gobierno. Para garantizar este apoyo, Trump "tendrá que ir más lejos por este camino y seguir con acciones contra Siria", pronostica.

A juicio de Byshok, el mandatario norteamericano se ve obligado a resolver los problemas de política interna a expensas de la exterior. Según este analista, Trump está bajo presión debido a los informes de los supuestos "materiales comprometedores" y la "influencia de piratas informáticos rusos" en las elecciones presidenciales estadounidenses.

• La madrugada del 7 de abril, EE.UU. lanzó 59 misiles de crucero Tomahawk contra la base aérea siria de Shayrat (provincia de Homs) desde dos destructores situados en el mar Mediterráneo.
• Washington usó como justificación para llevar a cabo esta agresión el ataque químico contra la localidad de Jan Sheijun (provincia de Idlib), que según la Administración Trump fue perpetrado por las fuerzas gubernamentales sirias, a pesar de que todavía no ha concluido la investigación del caso.
• El canciller ruso, Serguéi Lavrov, tildó el ataque contra la base aérea siria como "un acto de agresión con un pretexto inventado" y sostuvo que EE.UU. "no se ha tomado la molestia de mostrar hecho alguno que demuestre el ataque químico en Idlib.